Capítulo 6

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Permaneciendo sentado en el regazo del comandante, le rodea el cuello con los brazos mientras corresponde los demandantes besos, disfrutando de las manos que se deslizan por su espalda, bajo la camisa. Después de largos segundos lo aparta por los hombros e intenta levantarse, lo cual es un amago al ser sujetado por la cintura.

-Oi, oi, suéltame, tienes trabajo por hacer.

-Uno más, trabajaré mejor con un incentivo- pide esbozando una sonrisa al notar el ligero sonrojo en esas pálidas mejillas y lo acaricia despacio- Eres lindo avergonzado.

-Idiota, termina tu trabajo, ¿Cuándo será la siguiente expedición?

-Quiero esperar el regreso de los exploradores antes de trazar la ruta, pero me preocupa el presupuesto, dudo que aprueben la cifra que necesitamos, hay varios equipos que cambiar y faltan caballos.

-Esos cerdos siempre entregan migajas a la legión, ¿Hay algo que pueda hacer, Erwin?

-De hecho, sí, ¿Has escuchado de William Hale? Es un importante comerciante en la capital, hablé con él la semana pasada, además de apoyarnos con dinero, organizará una fiesta y es una buena oportunidad para conseguir donaciones, quiero que me acompañes, ya sé que no te gustan este tipo de cosas, pero hay muchas personas interesadas en conocer al soldado más fuerte de la humanid—

-No tienes que convencerme, Erwin, iré, si conseguimos el dinero será una preocupación menos para ti.

-Muchas gracias, Levi.

La intensidad de esos hermosos orbes azules lo insta a apoderarse de esa boca con cierta torpeza, ya que todavía no se acostumbra a eso. Desde que su relación mutó a algo íntimo, se volvió usual que aprovechen los momentos a solas, ya sea en la oficina o el dormitorio que comparten. Unos sorpresivos golpes a la puerta los obligan a separarse y se apresura en ocupar el asiento libre frente al escritorio.

-Adelante, ¿Qué necesitas, Hange?

-Perdón por interrumpir, es sobre los experimentos que estoy haciendo, ¿Tienes tiempo?

-Entonces me voy, oi, cuatro ojos, lárgate rápido, Erwin tiene mucho trabajo pendiente.

Intercambiando una última mirada con el comandante se marcha por el pasillo hacia la cocina, a prepararse un té.

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En cuanto termina de arreglarse, se dirige hacia la entrada de la posada a reunirse con el rubio, quien lo observa de arriba abajo con una expresión que no logra descifrar y le indica que suban al carruaje, sentándose uno frente al otro.

-Ese traje te queda muy bien- afirma dedicándole una sonrisa y saca dos sobres del interior de la chaqueta- Nuestras invitaciones, gracias por acompañarme, Levi, te prometo que no nos quedaremos mucho tiempo.

-Necesitamos el dinero, Erwin, no te preocupes, puedo soportar compartir una noche con esos cerdos, ¿Qué tengo que hacer?

-Probablemente querrán escuchar historias de las expediciones y de tus hazañas, el soldado más fuerte de la humanidad genera un gran interés.

-Tsk, esos cerdos se burlarán de mi altura, siempre se decepcionan al verme en persona, dicen que soy enano.

-Tu altura es perfecta, todo en ti es perfecto, Levi- señala notando un ligero rubor en esas pálidas mejillas y se acomoda a su lado, acariciándole el muslo- ¿Sabes? Lo único que lamentaré esta noche es que no podremos bailar, estamos aquí por trabajo, no placer.

Propuesta (Eruri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora