6: Mirando Atrás

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Jimin la despertó a las tres de la mañana con su grueso pene moviéndose dentro de su cuerpo.

Él estaba acurrucado detrás de ella, a modo cuchara. Él metió una mano entre sus muslos y frotó su clítoris al ritmo de sus penetraciones hasta que ambos se corrieron duro.

Luego la besó en el hombro.
"¿Cómo fue eso?"

"Puedes despertarme de esa manera en cualquier momento".

Él se rió entre dientes.
"Me olvidé de decirte que tengo que levantarme a las seis, pero puedes quedarte durmiendo hasta la hora que quieras. Sólo cierra la puerta cuando te vayas. Te veré esta noche. "

Jeongyeon se volvió a dormir y se despertó a las cinco y media. Ella había adoptado esa costumbre en los primeros años de su matrimonio con Jin, así que se levantó, silenciosamente de la cama para vestirse y se dirigió hacía la cocina para preparar el desayuno, como había hecho durante todos estos años con Jin. Cuando tenia el desayuno casi listo, se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

Jimin no era su marido, no era su deber prepararle el desayuno y puede que a él no le gustara verla en su cocina.

Avergonzada y sin saber si a él le molestaría, terminó de preparar el desayuno y lo metió en el microondas para que se mantuviera caliente mientras lavaba los platos.

Puesto que ya había preparado el desayuno y el daño ya estaba hecho, hizo el café.

Escuchó la alarma de su despertador a las seis y le entraron ganas de huir. Subió las escaleras para agarrar sus zapatos y su bolso, que estaban en la habitación y vio que Jimin todavía estaba durmiendo.

Dudó por unos pocos segundos antes de acercarse a la cama, apenas podía verlo en la oscuridad.

Se sentó en el borde de la cama y extendió la mano para frotar su espalda.

Él estaba tendido sobre su estómago con la sabana enredada entre sus piernas.

Ella acarició y rascó suavemente su piel.

"Mmmmm, eso se siente bien."
La voz de Jimin era ronca por la mañana, Jeongyeon sonrió y pensó que hasta medio dormido era sexy.

"Tengo que irme. Dejé algo para ti en el microondas y el café está listo ".

Volvió la cabeza y la miró con ojos soñolientos.
"¿Me hiciste el café? Gracias ".

Ella asintió con la cabeza.
"Te veo esta noche ¿no? "

Él bostezó.
"Sí".

Sintió el fuerte impulso de inclinarse y besarlo, pero se resistió.
"Te veré entonces."
Se puso de pie y se fue.

.

.

.

Jeongyeon estaba nerviosa mientras se dirigía a casa de Jimin. Ella suspiró, sentía remordimientos y estaba muy segura de que había sobrepasado los límites. Ella le estaba pagando por las noches que pasaban juntos y debía recordar eso. Se había pasado la mayor parte del día preguntándose.¿Estará molesto porque me puse cómoda en su casa? ¿Pensara Jimin que sobrepase los limites al hacerle el desayuno?. Incluso había sentido la tentación de llamarlo para decirle que no iría esta noche, pero pensar en no verlo, hizo que descartaría inmediatamente esa idea.

Apegarse a Park Jimin era un error y ella lo sabía.

Jeongyeon aparcó frente a su casa y bajó del coche. Eran las ocho y cinco minutos de la noche y las luces de la planta baja y del porche estaban encendidas.

PAGANDO POR SEXO [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora