5: Tan Diferentes

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Jeongyeon no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero se dio la vuelta y le dio la espalda a Jimin.

Sus manos agarraron sus caderas firmemente y la atrajo hacia él.

"Paso a paso. Te quiero en mi regazo y mirando a la puerta. "

Estaba intrigada, había estado encima durante el sexo muchas veces, pero nunca a horcajadas sobre un hombre y de espaldas a él.

Ella levantó la pierna y la paso por encima de las suyas y él la empujó hacia abajo, por lo que quedó sentada sobre sus muslos y con su pene rígido presionándose contra su espalda.

"Confía en mí, no te dolerá"

Su voz era suave.
Ella se lamió los labios y lo miró por encima del hombro.
"Yo confío en ti."

El la miró a los ojos durante unos largos segundos y asintió.
"Quiero que sepas que nunca te haría daño. ¿Alguna vez te ha atado? "
Una mano le soltó la cadera para agarrar algo que estaba en el suelo, detrás de la silla.

Ella vaciló.
"Una vez me ató las muñecas."

Él levantó la cuerda y se la mostró.

Ella se puso nerviosa al no saber que iba a hacer con ella.

Él pasó la cuerda sobre su piel y esa sensación extraña le hizo estremecerse.

"Quiero amarrar todo tu cuerpo con la cuerda, pero no la garganta. No te haré daño. Nunca te haría eso, ni siquiera estará demasiado ajustada. Imaginate como se sentirá cuando tenga mi pene dentro de ti y tus pezones se froten contra la cuerda. ¿Me dejas hacer esto?"

Sonaba erótico y quería probarlo, su cuerpo se excitó con tan sólo pensar en lo que él estaba describiéndole. Él deslizó la otra mano entre sus piernas bien abiertas y acarició su vagina mojada.

"Esta idea te excita. Me pones tan caliente, Yonyon." apartó la mano de su vagina. "Pon los brazos detrás de ti y junta las manos."

Ella apenas vaciló e hizo lo que le estaba pidiendo.

Jimin comenzó a envolver la cuerda alrededor de sus hombros, alrededor de sus pechos y terminó en su cintura, pero sin apretarla demasiado. La textura áspera de la cuerda contra su piel era una sensación increíble.

Se dio cuenta del por qué le había atado los brazos detrás de la espalda, para que no tuviera la capacidad de tocarlo.

Él podía hacer lo que quisiera con ella , pero ella no podría hacer nada sin sus manos.
Dominación.
Su mano se deslizó por su espalda y se metió entre sus muslos abiertos para acariciar su sexo, con la punta de un dedo hizo círculos lentos alrededor de su clítoris.

"Estás tan mojada", dijo en voz baja y abrió las piernas más para separar las suyas. Con la otra mano agarró la cuerda en su cintura, para evitar que se cayera de su regazo al suelo.
"Sólo siente y relajate, Jeongyeon."

Asintió con la cabeza y cerró los ojos.

Se relajó y simplemente disfrutó de las sensaciones de su cuerpo. Con cada respiración que daba, su piel se frotaba contra la cuerda, haciendo que su canal se humedeciera y su clítoris doliera por la necesidad.

Sabía que probablemente debería estar avergonzada de lo mojada que estaba, pero estaba demasiado excitada para siquiera considerarlo.

Un gemido escapó de sus labios cuando Jimin frotó su clítoris con el pulgar.

"¿Se siente bien?"

"Sí".

"Espera a que esté dentro de ti."

PAGANDO POR SEXO [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora