Cuatro días después, Jeongyeong quería matar al hermano de Jin.
Después de la escena en el bar con Jimin, había vuelto a su casa para encontrarse con que Paul todavía estaba allí.
Sabia que debería haber llamado a la policía porque había entrado en su casa ilegalmente, pero había decidido no hacerlo porque era el hermano de Jin y porque no se sentía con fuerzas para enfrentarse a él.
Jung le había dicho que estaba preocupado por ella y que quería pasar unos días en en su casa para asegurarse de que estaba bien y como ella estaba sufriendo, pensó que al menos tratar con él la mantendría ocupada y dejaría de sentir lástima de sí misma.
Pero Jung estaba lleno de mierda y ella lo sabía. Él estaba espiándola, así de simple. Ella se había dado cuenta de que había ido fisgoneando en su dormitorio, pero no podía probarlo y cada vez que habría la boca....le entraban ganas de mandarlo al puto infierno.
Jeongyeong aparcó delante de la cafetería, salió rápidamente de su SUV y luchó contra el impulso de agarrar su vestido, subirlo hasta las rodillas y correr lejos de él. Como habían ido a la ciudad para comprar algunas cosas, habían decidido cenar en la cafetería
antes de regresar a su casa. Se recordó que era viernes y que se iba el sábado.En menos de veinticuatro horas Jung se iría y ella seguiría diciéndose a sí misma que podía sobrevivir a este sufrimiento.
Ella entró en la cafetería, sin importarle si él estaba detrás de ella o no e inmediatamente se dirigió a una mesa junto a la ventana.
Jung se sentó frente a ella y le frunció el ceño."¿Este es el mejor lugar para comer aquí?"
Él miró disgustado alrededor de la sala."Sirven muy buena comida."
Jung resopló cuando la camarera se acercó a dejarles el menú.
Jeongyeong le dirigió a la mujer un estresado saludo y pidió un té helado de frambuesa, mientras que Jung pidió una soda.Jeongyeong miró su menú, a pesar de que casi se lo sabía de memoria, para no mirar a Jung.
La camarera regresó unos minutos después con sus bebidas y Jeongyeong miró su reloj, era casi las seis.
La camarera, les tomó nota de lo que iban cenar y desapareció."Tenemos que hablar", dijo Jung en voz baja.
Jeongyeong lo miró y bebió un sorbo de té.
"¿De qué quieres que hablemos?"Él la miró con el ceño fruncido.
"No sé lo que ves en este pueblo o por qué quieres vivir aquí"."Creo que el pueblo es maravilloso, la gente es agradable y me encanta la casa. Estoy disfrutando de la vida en esta pequeña ciudad. "
"Es aburrida como el infierno y no hay nada que hacer aquí. Deberías volver a Casa. "
Ella suspiró.
"No".Jung continuo mirándola con el ceño fruncido.
"He estado pensando, Jeongyeong. Jin no querría que estés sola. Necesitas a alguien que te ayude a tomar decisiones y Jin sabía que tú eres una de esas débiles mujeres que necesitan la guía de un hombre fuerte que este para ellas. "Jeongyeong se quedó atónita y sin saber cómo reaccionar mientras escuchaba a Jung.
No ha dijo eso ¿verdad?. Estaba alucinando porque la volvio loca durante toda la semana. Sip. Tenía que ser eso."Esto es lo que vamos hacer. Tomaré las riendas de tu vida, pondrás a la venta esa casa y volveremos juntos a Casa. Haré todo como Dios manda y me casaré contigo y meteremos todo el dinero en una cuenta compartida para que pueda cuidarte. Podrás quedarte en casa, como lo hiciste con Jim y ser la ama de casa que siempre quisiste."
Hizo una pausa mientras pasó sus ojos por sus pechos, parecía entretenido.
"Espero que el sexo valga la pena."
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PAGANDO POR SEXO [COMPLETA]
RomanceYoo Jeongyeon, de veinticinco años, perdió a su marido en un trágico accidente laboral. Decidida a comenzar una nueva vida en la pequeña ciudad de , serca de la frontera de Corea del Norte. Al principio pensó que era una buena idea alejarse de los r...