Ojos amarillos

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No tardaron mucho en poder entenderse.

Parecía que ambos se conocían de años y eso que tan solo habían pasado unos meses. Para cada día que pasaba no podían faltar las descontroladas risas de ambos.

En la escuela los niños evitaban volverle a decir algo feo al rubio, pues no querían volver a recibir la fuerte paliza que les había dado Baji.

Solían ir siempre juntos a la escuela, era rutina del menor salir y subir directo al departamento del mayor para despertarlo.

Y el regreso a casa no era tan diferente; Baji salía de sus clases e iba al aula del menor para tomarlo y volver juntos al edificio donde vivían.

El día de hoy no era nada diferente. Ambos caminaban de regreso a casa mientras Chifuyu daba saltitos contándole que se había sacado un 100 en el examen de literatura.

- Crees que en matemática me vaya bien, Baji - san? - lo miro sonriéndolo, pero esta expresión se borró al ver al mayor con la vista perdida – Baji-san? Sucede algo?

- Ah... es que eres tan inteligente... que.... – sus mejillas se tiñeron de rojo – me gustaría pedirte ayuda para mis tareas.... – susurro mirando a otro lado

- ...Con gusto te ayudare! – sonrió y tomo su mano.

El calor subió de golpe al sentir aquella pequeña y suave manita tomar la suya.

Bajó la mirada viendo como sus manos iban juntas. Mordió su labio y miro a otro lado. Nunca nadie lo había tomado de la mano, hasta donde él sabía eso solo lo hacían los novios... o él con su madre cuando iban a lugares enormes y con mucha gente.

Debía actuar normal y no mal pensar pues ese pequeño rubio lo había hecho para darle ánimos... o no?

Chifuyu no soltó su mano en ningún momento, ni para subir las escaleras. Últimamente el menor estaba muy pegado al pelinegro. Y eso no le molestaba ni un poco a Baji, se sentía feliz de ver día a día la sonrisa de aquel puntito amarillo.

Muchas veces pensaba en presentárselo a sus amigos pero ya llegaría el momento indicado, de igual forma ya les había dicho que había alguien a quien quería que conozcan.

Cuando por fin llegaron al departamento del mayor, este saco sus llaves sin soltar la mano del menor.

Ninguno de los dos se imaginada que alguien los esperaba ahí adentro.

Entraron riendo mientras Chifuyu lo abrazaba por atrás.

Aquel chico de ojos color amarillento, quien estaba sentado en el sofá, volteo a verlos. Y cuando Baji levanto la vista sus miradas se encontraron.

Hace meses no lo había visto pero él lo había sentido como si llevara años sin verlo. Los ojos del otro pelinegro se posaron en las manos de ambos chicos que recién había ingresado. Pudo notar como estas se encontraban unidas.

- Keisuke... - lo llamo en un susurro con una pequeña sonrisa

Chifuyu sintió como el agarre del mayor perdía fuerza y terminaba soltando su mano.

- Baji-san? – dejo de abrazarlo para ponerse a su lado, grande fue su sorpresa al ver a un niño de pelos lisos mirándolos de manera penetrante.

El rubiecito se asustó y rápidamente se dirigió a esconderse detrás del mayor. Aquel chico raro poseía una mirada que lo intimidaba, sentía que no podía verlo a los ojos, sus manos empezaron a temblar un poco mientras sostenía el uniforme del mayor.

- Baj

- Kazutora.... – sus piernas empezaron a moverse hacia el otro pelinegro, ignorando completamente a Chifuyu. En ese momento su mente solo podía estar enfocado en el chico de ojos amarrillos.

Un pequeño chico para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora