🌸Never Say Goodbye 🌸. ♥KOOKMIN♥

→13←. 🔹Extra Dos🔹

Años atrás….

Siendo uno de los hijos del hombre más importante de todo Corea tuvo que asistir a esta estúpida fiesta, aunque siendo sinceros nunca le gustaron pero ahí estaba.

Odiaba tener que ser el primogénito de Park Seungho, es que acaso nunca podía ser solo un chico normal que pueda ir de fiesta en fiesta.

Al parecer esa palabra no existía en el diccionario de sus padres, ya que siempre le negaban todo eso, sin aclarar que siempre le recordaban a que familia pertenecía.

Así que para contradecir a sus padres se embriagó, bebió copa de vino tras copa de vino sin medida, sus padres lo único que hacía era disculparse por las cosas que hacia su hijo.

Se alejó de ellos y empezó a caminar hacia la barra con su copa, camina un poco mareado ya que el vino hizo efecto y cuando estaba a poco de llegar a su destino un cuerpo se atravesó frente a él lo cual provocó que derramará el vino en la camisa y traje contrarios.

Maldijo en su mente y posando su vista en el tipo frente a él empezó a decirle un mar de insultos que para el chico solo le hacían reír.

–¿Qué no te fijas?, Por tu culpa derrame mi vino,¿Eres idiota o que?, Ya se, tu cerebro seguro no debe funcionar por todo el dinero que te deben dar tus padres aunque es parecido a lo mio– balbuceo y el chico solo sonreía, le parecía tierna la actitud y expresiones que el pequeño frente a él hacía– pero no estamos hablando de mi, si no de ti, seguro eres de esos que se creen mejor que los demás pero ten en cuenta que yo Park Jimin soy mejor que tú, soy guapo, bien portado, trabajador y tengo más dinero que tu– le dijo golpeando con su dedo el pecho contrarió– pero no te rías imbécil, se hombre y dime si estoy mal o bien, ¿Acaso estás sordo?,¿Por qué no me respondes?– le preguntó enredando las palabras debido a que ya estaba más ebrio que cuerdo.

–No lo soy, solo estoy confundido y eres divertido Jimin– le respondieron.

–¿Cómo sabes mi nombre?,¿Quién te lo dijo?– preguntó inflando las mejillas levemente sonrosadas por el alcohol.

A los ojos del muchacho frente a él esa fue la escena más tierna que haya visto en su vida, y en ese momento supo que el chico frente a él tenía que ser la persona con la quería estar el resto de su vida.

–Tu lo mencionaste hace un momento– respondió sonriendo.

Jimin le miro y entonces creyó que se asemejaba a un conejo.

–Conejo– dijo y el muchacho solo fricio el ceño.

–¿Eh?– susurró.

–Pareces un bomnito conejo, eres un conejito– dijo sonriendo como si hubiera hecho una travesura.

En ese momento dos personas adultas se acercaron a ellos, una señora que parecía a su pequeño pelirosa y un señor que tenía algunas facciones a él.

Y ahí fue cuando supo que eran los padres de Jimin porque si no, no se lo hubieran llevado.

La madre de este se quedó ahí para disculparse con el.

–Lo siento mucho, es solo que no estaba en sus cinco sentidos– le aclaró.

–Esta bien señora, pero le puedo pedir algo– le dijo y ella asintió.

–Esta bien, ¿Qué necesitas?– preguntó.

–De acuerdo, podría pasarme el número de su hijo– pidió y la señora se sorprendió.

Aunque para no hacerlo sentir incómodo solo asintió y le entrego un papel donde estaba escrito el número de su hijo.

Jungkook agradeció y después de eso vio a la señora desaparecer de su vista, sin duda esa noche unió a dos chicos con personalidades distintas pero que sin duda merecían estar juntos.