BTS STORIES

𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈

SOOK

-Ah, al diablo con esto - suspiré, subiendo mis jeans y mi sudadera más abajo, y todavía no me sentía satisfecha. Me miré al espejo con el ceño fruncido, cansada.

Taehyung se asomó por detrás de su computadora portátil.

-¿Adónde vas? - preguntó. Miré hacia otro lado por primera vez, recordé que no estaba sola en la habitación.

-Fuera, con mi hermana. Para ponernos al día - dije. Mis ojos se volvieron al reflejo y otro suspiro salió de mis labios.

-¿Quieres mi sudadera con capucha? Hace frío hoy- murmuró, ahora desplazándose sin pensar por la página.

-Ah- hice una pausa, pero negué con la cabeza- no, está bien. Solo tomaré una chaqueta

Me sentiría más cómoda, pero no podía aparecer vestida con una sudadera con capucha de gran tamaño y un par de pantalones deportivos. Mi hermana era una persona de clase alta, siempre vestía ropa de marca y juzgaba todo y a todos a diestra y siniestra.

Me sentía avergonzada. Siempre ser "la hermana mayor" y "la que le gusta demasiado la comida" me dejó sumida en mis propias inseguridades.

-Yo me voy - murmuré cambiarse de ropa sería inútil

Taehyung salió de la habitación cuando me estaba poniendo mi abrigo largo. Me detuvo y le envié una mirada interrogante mientras caminaba hacia mí. Mi espalda golpeó la pared y abrí mis ojos antes de que Taehyung tomara mis mejillas y me besara.

Me derretí en el beso inesperado, agarrándome sin pensar a su camisa.

-¿Qué hay contigo? - Me reí entre dientes cuando se movió hacia atrás. La brecha entre nosotros era insignificante

-Te extrañaré duh - Se burló y me besó los labios de nuevo - no me dijiste antes que te ibas, no me preparé mentalmente

-Dramático- me reí entre dientes, frunciendo los labios para un beso más. Taehyung sonríe ampliamente antes de capturar mis labios.

-Regresa rápidamente. Te tengo una sorpresa - Su sonrisa era tan amorosa y pura que me sonrojé.

-¿Sorpresa? ¿Por qué tan de repente? - fruncí las cejas

-Porque de repente lo pensé - un beso más en la frente y me despidió

TAEHYUNG

Yo siempre escucho. Escucho cada vez que Sook se queja de su cuerpo, recuerdo casi todas las veces que se insulta después de mirarse al espejo.

Y lo odio, pensé una y otra vez cómo demostrarle que estaba perfectamente bien como es. Todos los días la elogio y funciona, pero solo hasta que se mira de nuevo.

La elogiaría más, pero de nuevo, funciona hasta que tiene que ponerse algo que no es una sudadera con capucha.

Así que saqué otra carta. Comencé a pintarla

Mi estudio era un sencillo departamento  debajo del nuestro. Todo lo que tenía allí era equipo de pintura, y la mitad de los cuadros que descansaban junto a la pared la representaban. En todo tipo de situaciones.
Recuerdo su cuerpo de memoria, sin necesidad de mirarla mientras pinto. Recuerdo cada curva y línea como si la estudiara con diligencia.