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Maratón 1/2

Cierto pelinegro bufo en alto mientras sus manos sacudian su ropa, estaba confundido.

Entendía que el pequeño estuviera molesto con el pero, ¿Dejarlo caer sobre la comida de Bartolo? Debía ser una broma y realmente en ese momento ya no se sentía confundido o no, no, no todo lo contrario, se sentía molesto y ofendido.

Y ni siquiera era porque el ya no le hablaba, eso no le importaba, o ya no tanto, era la ofenza por dejarlo caer. Se supone que Bogdan estaba ahí para ayudarlo es decir....¡Para eso le pagaban! No para dejarlo caer y después solo verlo con una ceja arriba e irse de ahí.

Suspiro al verlo entrar a la sala, el pequeño al notarlo giro sobre su propio pie intentando escaparse de el.

—¡Oye!—Era demasiado ágil porque en un pequeño momento ya se encontraba corriendo hacia afuera, Ivan suspiro molesto.

Esta vez no iba a dejarlo, necesitaba una respuesta al porque de su comportamiento.

—¡Tú!—Tomo su brazo—¿¡Que demonios te pasa!?

El chiquillo estaba sentado en el jardín.

—¡Dime algo!—Se sentó con el—Oye en verdad no entiendo nada pero ¿Hice algo que te pudo molestar?

Suavizo el tono de su voz pero el silencio seguía siendo la respuesta del menor, quien cortaba algunas flores en el pasto simulando estar solo.

Era el colmo de Ivan, recordó su platica con Emilio ¡El no iba a rogarle a nadie!

—¡No te entiendo! pero, ¿¡Sabes que!? El lunes me voy de regreso a Barcelona y estoy extremadamente feliz de no tener que seguir viendote—Su voz se quebro—¡Y eres un idiota por hacerme esto!

Salió corriendo a la casa, Boggi lo vio alejarse con los ojos llenos de lagrimas, se alzo de hombros y regreso a su tarea de cortar flores.

[...]

—¡Eres increíble Iván!—Pateo una piedrita del camino—¡Tenias que correr fuera de la asienda!

De nuevo movio la cabeza a todas las direcciones intentando encontrar algo que le resultará familiar, llevaba alrededor de 2 horas perdido

—Si sigues pateando piedras harás un ollo en la carretera—Una dulce viejesita se acercó a el

Iván se asusto por inercia al verla en medio de la carretera.

—Tranquilo, mi cosecha esta por allá—Señaló una zona de siembra, algo marchita—¿Porque vas por ahí pateando piedras?

—Estoy perdido—Se desinfló—Y tengo hambre.

—Sonará extraño y tal vez digas que no pero, ¿Quieres comer en mi casa? Esta un poco más abajo pero tengo algo de pan y jalea.

El chico dudo en ir, pero su estómago comenzaba a rugir y la señora se veía buena persona, así que termino aceptando.

Llegaron a una choza, (Un poco descuidada para el gusto de Iván) pero hogareña, tomaron asiento en uno de las sillas de madera que estaban ahí asiendo un intento de comedor.

—¿Quienes son tus familiares?

—Don Arturo y Doña Rosita—Se alzo de hombros dándole una mordida al sándwich

—¡Dios santo!

—¿Pasa algo?—Alzo las cejas asustado

—Es solo que estas demasiado lejos de tu casa.

—Lo imagine, corri por más de media hora y luego seguí caminando en dirección contraria otra media—Hizo una mueca

—Cuando termines puedo llevarte a la parada de autobuses para que te deje cerca de ahí.

—¿Encerio? ¡Oh si! Eso seria genial.

—Claro cariño—La dulce mujer le dejo un vaso de leche en la mesa.

—Y gracias por todo, realmente estoy seguro que si daba un paso mas terminaría desmayado.

—No es nada—Sonrió

Tuvieron una platica amena sobre porque Iván estaba ahí y tal vez cierto flacucho había entrado como tema de conversación.

—Me alegra que estes sanando conforme a tu madre.

—Oh claro! Ahora la entiendo un poco más, se que le debo una o tal vez varias disculpas....Y aquí entre nos, la extraño mucho.

"Mariana" sonrió enternecida.

—Pujalt siempre hace de las suyas.

—¿Ah? ¿A que se refiere?

—¿Sabes porque el pueblo es conocido como un "Pueblo mágico"?

—Leí algo de eso en la escuela, hablaba de un castillo y una guerra vencida. . .

—¡No, esa no es la verdadera historia!—La mujer se sento con el—Te contaré porque realmente es un pueblo mágico.

Iván no dijo nada, se acomodo para escuchar el relato.

—Hace mucho tiempo el principe Joel se enfermo de gravedad, su enfermedad en ese entonces era letal e incluso mortal, todo el pueblo estaba echo caos por la noticia, nos quedaríamos sin autoridad—Hizo ademanes

—Pero, ¿No habia algun heredero o sucesor?

—Oh no, el era un principe solitario pues sus padres murieron en un incendio y por su edad no tenía hijos—Bebio de la taza de té que tenía en sus manos

—¿Que paso entonces?

—De la nada apareció la princesa Lea, una chica que desde que llegó a Pujalt lleno de ilusión y esperanza a todos—Ivan apoyo su rostro en la palma de su mano buscando comodidad—Después de un tiempo el principe Joel fue reconocido como curado.

—¿Ah?

—En realidad no estaba enfermo o no completamente, solo había entrado en una severa depresión por perder a sus padres y por tener que hacerse cargo de una nación entera con tan solo 17 añitos—El pelinegro formuló una O muda y después hizo una mueca.

—¿Y que paso con Lea? ¿Se casaron?

—No cielo, ella simplemente desapareció un día—Ivan frunció el ceño confundido—Se cree que en Pujalt ángeles bajan del cielo a ayudar a los mortales que realmente lo necesitan, los ayudan a sanar y a estar bien, después regresan a buscar más personas para ayudar

—Como con Joel—Acabo el dialogo

—En efecto—Sonrió

—Pero, ¿El no se desmotivo de nuevo cuando Lea se fue?—Ladeo la cabeza

—No ellos saben que no pueden encariñarse con los humanos, ni tampoco hacer que los mismos se encariñen con ellos—Hizo una mueca—Algo triste pero es la creencia.

Ivan asintió mientras se terminaba el sándwich de jalea que tenia en sus manos.

—Vamos cielo aun hay que llevarte de vuelta a casa—Tomo su mano.

Ivan pensaba que aquel sendero lleno de árboles a orilla de la carretera era demasiado tranquilo, sonrió cuando vio a la mujer sonreirle desde afuera del autobús sacudió la mano como despedida.

Después de todo, habia sido un gran día.

𝐏𝐔𝐉𝐀𝐋𝐓  [𝐁𝐨𝐠𝐠𝐢𝐯𝐚𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora