𝐏𝐔𝐉𝐀𝐋𝐓 [𝐁𝐨𝐠𝐠𝐢𝐯𝐚𝐧]

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✞ Capítulo final  ✞

Mi cuerpo recibió una corriente eléctrica por toda la espina dorsal al terminar de leer lo que estaba escrito en aquellas hojas, cerré en silencio la carpeta, con tinta negra estaba escrito justo en el centro...

"Expediente Martinez"

Suspire quitando mis lentes, alze la mirada encontrando esos ojos azules tan intimidantes e inocentes a la vez.

Veía con diversión hacia la ventana, aclare mi garganta llamando su atención.

—¡Oh! ¡Ya terminaste! Dime algo ¿Te divertiste?—Me sonrio—Espero que sí, porque yo si me divertí escribiendo una más y creo que hasta ahora la mentira más cruel que a causado mi esquizofrenia—Hizo una mueca

—Necesitas ayuda.

—Lo se—Sonrió—La necesito desde que tengo 7 años.

—¿Has perdonado a tu madre?—Con cautela presione el botón debajo de mi escritorio.

—Claro ella no es culpable de que yo esté jodido ¿Sabes? Y no necesitas obligarme a la terapia o hacerlo en silencio....Si vine fue por algo, ¿No?—Me sonrió de manera espeluznante.

—C-claro.

Me levante con algo de miedo, era la primera vez que uno de mis pacientes me provocaba desconfianza y de cierta forma terror.

—Vamos.

No dijo nada más, solo sujeto mi mano dejándose guiar por los pasillos del Hospital Psiquiátrico admiraba cada detalle de el lugar.

—¿No les parece algo aburrido? Todo es muy blanco.

—A algunos pacientes les causan conflicto los colores—Me alze de hombros.

El asintió entendiendo.

—Te quedaras aquí el tiempo necesario—Abrí la puerta de la que seria su habitación.

—¿Puedo decorarla un poco?

—Si.

No volvió a hablar pues se limito a cerrar la puerta mientras me sonreía.

[...]

Ivan Martínez era uno de mis pacientes más extraños y fáciles de tratar. Se le había diagnosticado esquizofrenia de primer grado cuando era un niño, habia llevado un tratamiento por 3 años manteniendo controlada su enfermedad.

Sin embargo el tratamiento había sido pausado luego de que su madre perdiera a su esposo descuidando la salud de su hijo, su hija mayor se había ido de casa cuando se entero de lo que pasaba realmente con su hermanito....

—¿¡Que demonios es esto!?—Una Rebeca de 14 años entro con los ojos llenos de lagrimas al cuarto de su madre—¡Creía que el iba a entrenamientos!

Lanzó los registros clínicos de Ivan a su cama.

—Bueno ahora lo sabes—Marisol termino de beber lo que quedaba en su botella—¿Que más quieres hacer? Tienes 14, no puedes hacer nada para ayudarlo.