Karen Jimenez
"Trágame Tierra"
Jane POV
Girando en redondo, descubrí a una anciana de pequeña estatura en silla de ruedas motorizada.
-Me encanta ver a una mujer joven con ese espíritu.
-Querida- intervino Maxwell, inclinándose hacia la mujer para darle un beso en la mejilla y dejar el ramo de gardenias en su regazo-¿Qué haces afuera a esta hora?
-Hace una tarde preciosa y he pensado salir a recibirte- dijo la anciana con un pícaro destello en los ojos-. Y me alegro de haberlo hecho. Venga, preséntame a esta interesante joven.
Maxwell me miró y esbozó una sonrisa de disculpa.
-Abuela, te presento a Jane Sbelthy.
Deseé que me tragara la tierra ¿Por qué no me había imaginado que las gardenias eran para alguien como una abuela? ¿Por qué no se lo habían imaginado mis compañeras? ¿Y como se había atrevido Maxwell a dejar que todo el mundo asumiera que las gardenias eran para su lista larga de amantes?
-Jane- continuó Maxwell - me gustaría presentarte a mi maravillosa Abuela, Verónica Lane.
Tragándome mi rabia y mi vergüenza, ofrecí mi mano a la mujer y le di una sonrisa.
-Es un placer conocerla señora Lane.
-Lo mismo digo, Jane, y por favor, llámame Verónica.
-Será mejor que entremos- dijo Maxwell ignorando las miradas curiosas de su abuela-. Empieza a refrescar.
Sujetando la silla de ruedas, la empujó hasta la entrada.
Pttzn House era la residencia de ancianos más elegante que había visto en mi vida, más bien era como un hotel. La habitación de Verónica Lanie estaba en la primera planta, y además del dormitorio y el cuarto de baño, contaban con un pequeño salón que daba directamente al jardín.
-Siéntate Jane- Dijo Verónica señalando uno de los salones tapizados en terciopelo dorado-. Ese sillón que está junto a la ventana es muy cómodo.
Me senté mientras Maxwell colocaba el ramo de gardenias en un jarrón color rosa.
-Gracias querido. - su abuela le sonrió con cariño, y después con un guiño añadió:- Y ahora, ¿Que tal si nos sirves una copa de sherry?
Obediente, Maxwell se acercó al armario de la esquina y sacó tres copas talladas de cristal fino con el borde dorado y un decantador juego.
-Debe de ser una ocasión especial- dijo Maxwell
-Ya lo creo que es una ocasión especial. Es la primera vez que traes a unas de tus amigas a visitarme.
Hubiera preferido no haber estado mirando a Maxwell, ya que no habría visto su ceño fruncido ni el gesto tenso en los labios. Era evidente que no le hacía ninguna gracia que su abuela hubiera sacado conclusiones incorrectas acerca de su relación.
-Oh, yo no soy la novia de Maxwell - me apresuré a corregir, aunque cuando me di cuenta de lo que había dicho me puse roja-. Trabajo en Wall´sford desde hace un par de semanas, como recepcionista, pero él necesitaba unas lecciones de cocina y le he estado ayudando.- Me sentí mucho mejor, pero la expresión animada y expectante de Verónica no varió ni un ápice.
-Que interesante- dijo mirando con expresión resplandeciente a su nieto-. O sea, que por fin estas pretendiendo cocinar, Maxwell.
-Es por Karla - dijo él encogiéndose de hombros-. Me convenció de cocinar para el evento benéfico, aunque sabe que soy un desastre cocinando.
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El Jefe y la Recepcionista
RomanceJane logra conseguir un trabajo en la empresa Walls`ford. Pero ella nunca imagino encontrarse con un jefe con tal mal genio. Eso no será problema para ella. Sin darse cuenta, empezará a descongelar el frío corazón de su jefe mediante unas clases de...