Vida mía, olvídame: 2. Vida mía, descontrólate.

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⚠️Advertencia: Contenido sexual explicito, creo, bueno ya les adverti.

Franco.

Me encuentro aquí, en la casa de la lunática. Ni siquiera sé por qué carajos accedí a hacer esto. Pero pensándolo bien, es mejor que ir a humillarme frente a mi ex jefe.

Me encuentro aquí, en su sala de su amplio departamento, sentado en uno de sus cómodos sillones con mis piernas estiradas.

El camino acá fue muy largo, pero muy llevadero con su compañía. La verdad mi departamento está muy cerca de aquí, a tan sólo una maldita cuadra.

No entiendo cómo es que nunca la había visto, después de todo vivimos en la misma calle. Pero según lo que ella cuenta, su anterior trabajo, ese del cual renuncio, era más cerca y se iba caminando.

Ahora Alexa está tardando demasiado, se supone que fue por un vaso de agua.

La veo, está ahí en el marco de la puerta de la cocina, con un vaso de agua entre las manos y sólo lleva las dos prendas que sólo cubren sus tetas y su parte baja.

Mierda.

Trago duró.

Se acerca a mí muy lentamente, torturándome, y yo no puedo sacar mi vista de su cuerpo.

Cuando llega hasta mí, me extiende el vaso con agua. Yo lo tamo con dedos temblorosos.

- ¿No te hace calor? Por qué me a mi si -admite distraídamente.

-Creo que me está haciendo calor -bebo mi vaso de agua de un trago.

-Deberías... quitarte la ropa -La miro y se está mordiendo su labio inferior.

- ¿Qué demonios...?

Ni siquiera me deja terminar la pregunta cuando ya está sobre mí, besándome posesivamente. Yo olvido todo a mi alrededor y la beso de igual forma, sin importar que. Mis manos viajan a sus caderas, la sostengo moviéndola contra mí. Un pequeño gemido escapa de sus labios.

-Vamos a mi cuarto -susurra contra mi boca.

Yo sólo asiento.

Ella me guía hasta su habitación y yo la sigo sin rechistar. Cuando llegamos, Alexa, me ataca con besos, mientras que con dedos hábiles deshace lo botones de mi camisa.

Yo la guio a su amplia cama y la depositó ahí quedando encima suyo. Me muevo contra ella provocando que gima.

Sus manos viajan a mi bulto y lo acaricia por encima de mi pantalón. Yo me estremezco por su tacto.

Rápidamente deshace los botones de mi pantalón y yo la ayudó a sacar mi pantalón junto a mi bóxer.

Ella detiene el contacto para mirar mi miembro. La verdad no tengo nada de qué avergonzarme, tengo un muy buen pene.

Ella lo ve y lame sus labios. Haciendo que quiera que lo tenga entre sus bonitos labios.

Mi mano viaja a su espalda desabrochando el broche de su sujetador, se lo quito y me quedo observando sus muy firmes pechos.

Si perder el tiempo saboreo sus bonitas tetas con mi boca. Ella se estremece y gime bajo mi ataque.

Deslizó mis manos por su abdomen hasta llegar a su punto. Toco e introduzco mis dedos, ella gime. Deslizó su pantie fuera de su cuerpo y sigo atacando sus tetas hasta que llega a su orgasmo, gimiendo fuertemente mi nombre.

Para este punto la tengo dura y ella está muy lista para mí, aunque después de eso no sé si tengo que seguir o esperar que me dé luz verde, esto de las cosas casuales e inesperadas no es lo mío, es más, tal vez estoy haciendo muy mal en estar aquí, y si es alguna especie de criminal que de esta manera atrae a sus víctimas, joder, pues ya caí en su trampa.

-Franco, te necesito adentro -suplica.

No necesita más para preguntar por condón y luego de estar protegido, estoy dentro de ella embistiendo como un salvaje, si ya sé, como que la paranoia no me duro mucho, culpen a mi gran amigo que se está llevando un viaje entrando y saliendo.

Sus uñas se clavan en mi espalda y gime muy cerca de mi oído, su humedad es tanta que la siento deslizarse por mis muslos, y entre gemidos y gruñidos ambos llegamos al orgasmo, los ojos de Alexa se cierran en automático, y abre la boca para tomar grandes bocanadas de aire. Salgo de ella y un jadeo se le escapa, me dirijo al baño de donde saque el condón, tiro el preservativo y me limpio poco después ciento los besos de Alexa en mi espalda y ella también procede a limpiarse.

-Mira, generalmente yo no hago estas clases de cosas, no sé qué sucedió conmigo...

-Cariño, está bien, realmente es bueno descubrir nuevos polvos, y tú eres uno muy bueno -Me guiña un ojo.

-Entonces... ¿todo bien?

Suelta una risa coqueta, me guiña un ojo y sale del baño.

¿Eso fue una afirmación? Tomo una inspiración profunda y la sigo a su habitación.

Vida mia, olvidame y otros cuentos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora