México conoce perfectamente las relaciones y sus consecuencias, eso hará más complicado para Rusia poder hacercarse a este y volver a la relación que una vez tuvieron.
Sin embargo, los errores siempre son presentes a causa de nuestras acciones, y M...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
China seguía tocando la puerta esperando que el ruso quitara el seguro.
-¿Con la chinita?- México volteó a ver al albino con una sonrisa burlesca.
-Cállate, no debe enterarse que estás aquí, pensará idioteces- dijo angustiado pensando en una solución que los sacara de ese horrible mal entendido.
-La verdad no me importa - comenzó a abotonar nuevamente su camisa listo para salir
-Di que no estoy aquí- hablo rápido antes de que México intentara abrir. El castaño lo pensó un momento, tal vez si lo haría, tal vez no, nunca había entablado una amistad, ni mucho menos una conversación con Rusia, no sabía cómo actuar en ese momento, tal vez si lo ayudaría pero necesitaba desquitar ese golpe que le había dado hace unos instantes.
-Me dolió la nalgada - habló gélido cruzándose de brazos-
-¿Lo siento? - definitivamente el ruso no sabía qué decir en ese momento, todo gracias a que China quería probar algo "nuevo", y todo ese show se creó solo por hacerle caso.
-Rusia, ¿Estás ahí? -
Rusia volvió a mirar al mexicano implorando solo con su mirada.
-Dile que no-
-¿Cómo le voy a decir yo que no estoy aquí?- claramente estaba irritado ante la sugerencia del castaño, casi podría jurar que lo dejaría a su suerte.
México solo sonrió negando con la cabeza, revolvió un poco su cabello, se quitó su camisa dejando ver ese hermoso cuerpo en forma adornado por una hermosa medalla dorada algunos tatuajes se asomaron por su espalda y brazos dejando embelesado al ruso. Se dirigió a la puerta y abrió solo un poco para evitar que Rusia fuera descubierto.
-Hola, guapa ¿En qué te puedo ayudar?- se asomó un poco dejando que la joven notara su aspecto.
-Oh, disculpa creo que me equivoqué- tartamudeó al recordar lo ocurrido de ésta tarde.- Lo siento
-No hay de que, linda adiós - dicho eso cerró nuevamente la puerta.
-Gracias - Fue lo único que dijo sintiendo un gran alivio. - Escucha no quiero que lo mal intérpretes así que te dejo en claro que no me acuesto con hombres-
-Uy creo que eso me dolió un poco- sonrió sarcástico - eso no parecía hace rato- dijo al recordar la escena que habían montado hace unos minutos.
-Eso fue porque creí que eras China, y China es mujer - exclamó rápido
-Como sea, me están esperando, chao-
[•••••]
Al día siguiente el dolor de cabeza lo estaba torturando, cualquier leve sonido parecía que partía en pedazos su cabeza, la sensibilidad a la poca luz y las terribles náuseas era una horrible tortura.