٩(๑'0'๑)۶ Ser padres no era una tarea sencilla, mucho menos con cinco pequeños.
La vida familiar de los Park-Kim estaba llena de locuras, penas, miedos, pero sobretodo amor.
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Hongjoong cocinaba apresurado la comida de Mingi mientras estudiaba arduamente para sus exámenes finales.
ㅡPapi abubame ㅡMingi se apoyo de puntitas, sujetando la mano del peliazul.
ㅡ¿Por qué no le pides ayuda a papá Hwa?.
El pequeño movió su manito llamando a Hongjoong, este obedeció al niño y lo siguió por su habitación en donde Seonghwa dormía profundamente.
ㅡHwannie, despierta, ayúdame cariño ㅡapenas escuchó la cansada voz de su cónyuge, el peligris se levantó estirando sus brazos.
ㅡLo siento Joonggie ㅡno mentiría la culpa que sintió al despertar a Hwa. El mayor llevaba dos días sin pegar un ojo, pero Hongjoong necesitaba apoyo para pasar ese examen y conseguir su titulación.
ㅡVen Gigi ㅡMingi ni lo pensó y se lanzó encima de su papá causándole cosquillas.
Acto seguido de cocinar, se dedico de lleno a estudiar cada una de las partituras.
Madrugada y aún ninguno descansaba a excepción del gatito dormilón. Mientras recibía un relajante masaje, Seonghwa le ayudaba con un extenso cuestionario.
ㅡMierda, sí es difícil cuidar de un niño entre dos, no me quiero imaginar a las madres o padres solteros ㅡsoltó Hongjoong sin pensar.
Se levantó muy temprano, arregló su cabello, alistó su vestuario, repartió besitos por la frente de su hijo y en los labios del hebras grises y silencioso se marchó hacia su facultad.
Los vagones marchaban a una velocidad firme, bostezaba por la falta de sueño en estas últimas semanas y la ansiedad invadía sus sentidos. ¿Qué significado tiene graduarse? Seguramente tendría que averiguar un empleo adecuado para el alborotado horario personal.
¡Sin duda necesitaba sexo y unas vacaciones!
Al ingreso visualizo una delgada figura, corrió hasta ella lanzándose a su espalda.
ㅡHola mi amor, te extrañe mucho ㅡmurmuró juguetón.
ㅡ¿Al fin dejaste a tú marido por mi?.
ㅡEso nunca idiota ㅡsonrió hipnotizado, no podía ni quería imaginar alejarse de su marido, tal como lo prometieron ambos el día de su boda estarían juntos por la eternidad.
ㅡPor Dios Hongjoong, ¿Qué estás comiendo?, pesas un montón ㅡRyujin apretaba sus glúteos haciéndolo reír más fuerte.
ㅡPues, tengo un hijo de tres años y necesito que gane peso.
ㅡMingi debe engordar, no tú ㅡel peliazul golpeó la frágil espalda de su amiga, quien seguía burlándose.
Mientras charlaban, las puertas se abrieron de par en par, sus manos temblaban. Tenía miedo, si no pasaba esta basura perdería muchas oportunidades.
