LEVI ACKERMAN - CEÑO FRUNCIDO

Castaño

Dos jóvenes reclutas iban hombro a hombro siendo impulsados por sus equipos de maniobras a través de los frondosos y corpulentos arboles de fueras de las murallas.

-Deja de jugar y concéntrate –ordenó el azabache a su compañera castaña mientras ambos aterrizaban en una gran rama para descansar momentáneamente.

Ella suspiró dedicándole una sonrisa- Esta bien, yo iré adelante ¿Cómo está tu pie?

-Bien, preocúpate de tus asuntos.

La muchacha asintió sin parecer muy convencida de su respuesta, apoyó su mano sobre el hombro de su compañero y le dio un apretón antes de salir impulsada hacía adelante. Él chasqueó la lengua y empezó a seguirla desde la retaguardia cubriéndole la espalda.

-¡LEVI, MANTÉN LA DISTANCIA, HAY UN EXCENTRICO GIGANTE AQUÍ! –alertó la castaña desde la distancia, sin embargo, su colega hizo todo lo contrario y dejando una nube de gas aumentó la velocidad hasta llegar al sonido de alerta.

Al llegar, notó que no era solo un titán, sino tres. Apoyados sobre los arboles una pequeña montaña de aquellos monstruos estaban despidiendo nubes de vapor.

-Levi, maldición, no puedes luchar con tu pie en ese estado –dijo la muchacha cerrándole el paso en una alta altura alejada del peligro. Él quiso empujarla y responderle tres cosas pero ambos fueron alarmados por un fuerte alarido inhumano, aquel sonido parecía ser capaz de destruir tímpanos y la tranquilidad producida luego infundió inquietud en los jóvenes reclutas. Pasaron los segundos en un silencio expectante, cuando en la lejanía se pudo visualizar como una nube de tierra empezaba a acortar la visión seguida de un fuerte traqueteo en la tierra que hacía vibrar hasta los árboles. Se les erizó la piel y supieron que debían salir de ahí lo más rápido posible.

Responsabilizándose de su compañero, los dos se miraron y evaluando mutuamente sus estados se prepararon para salir impulsados, más el equipo del azabache hizo un sonido extraño y soltó un ligero pedo de gas. El tanque estaba vacío.

-Dejalo –ordenó la chica mientras rápidamente se agachaba para soltar el cinturón de su compañero.

-¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? –cuestionó Levi exaltado viendo como caían los tubos de metal. Ella no respondió y en un rápido movimiento lo sujetó por las piernas y la espalda y salió empujada por su equipo de maniobras con su compañero a cuestas. Él se quedó callado observando la situación como un espectador.

Aun podían sentir el peligro a flor de piel y de vez en cuando pasaban cerca de sus compañeros que también se estaban retirando.

-AL SALIR DE AQUÍ TOMEN A SU CABALLO Y VUELVAN CON EL OTRO GRUPO E INFORMEN LA-

El líder de escuadrón dejó su oración sin completar al ver como su equipo 3D lo estaba dirigiendo a un titán con una boca enorme trepado de un árbol. Su cuerpo chocó contra el pecho de la deformidad quien lo tomó entre sus manos y lo engulló sin masticar.

Levi todavía en brazos de su compañera había visto pasar la escena en cámara lenta frente a sus ojos, y en un instante, como si el tiempo se detuviera aún más, conectó miradas con el titán trepador, este sonrió de manera repugnante mostrando sus dientes amarillentos y marrones de sangre seca y cual niño pequeño estiró su brazo. El azabache abrió los ojos notando sus intenciones pero solo alcanzó a decir:

-¡CUIDADO!

Al mismo tiempo, la asquerosa bestia tomó impulso y saltó agarrándose de los cables del EDM3D de la castaña como si fuera un balanceable. Ambos sintieron un vacio en sus estómagos cuando de repente empezaron a caer.

De repente, un hediondo olor llegó a la nariz de la muchacha y supo que todo estaría bien.

-¡HANGI, ATRAPA! –con el último aliento en sus pulmones y lo que le quedaba de fuerza en sus brazos, la chica gritó fuertemente a la dueña del olor que pasaba chillando al lado suyo, esta, de reacción rápida, abrió los brazos al notar como una persona era tirada hacia ella. Apenas quiso sonreír con confusión cuando notó el porqué de su accionar.

Una cabellera larga y marrón se perdió entre el velo de tierra.