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—...Solo deseo estar a tu lado...—Orson estaba dormido, era sábado y no tenía que ir al instituto—... Quiero tus labios en mí...—

Estaba teniendo un sueño húmedo.

Era él y Hugo teniendo acercamientos sexuales, no estaban haciendo nada cochino aun, pero era puro erotismo, a Hugo vestido bastante sexy para los ojos de aquel Bourgeous. Simplemente lo quería amar y verlo así era su placer, su pecado más profundo dentro de la mente de ese joven escritor.

Se fundió en besos en ese sueño tan exquisito para Orson. Casi tocar el cielo en tierra.

Se despertó Orson en medio de ese sueño, odiaba haberse levantado justo cuando lo mejor se iba a ocurrir.

Noto por sus sabanas cierta cosa, su miembro estaba empalmado en ese momento. La calentura del sueño le había provocado esto.

—Mierda... Bueno, creo que debo de hacerlo—

Mientras por otro lado... por suerte o desgracia, Hugo también estaba soñando cosas no muy santas pero el si llegaba al punto de las cosas sexuales.

Hugo veía en Orson una bestia sexual, un muchacho que realmente lo amaba sexualmente y sentimentalmente, el Agreste no lo comprendía del todo este deseo que le carcomía por dentro hacia ese blondo bastardo, no sabía si lo que estaba sintiendo era simplemente capricho del destino y lo que le esperaba era el rechazo de ese ángel en tierra o su corazón estaba en lo cierto, que Orson lo amaba genuinamente.

Hugo se levantó bruscamente del sueño, sintió su pecho palpitar y se llevó sus dedos a sus labios. Fue un simple sueño, pero esos besos, esas mordidas por su cuerpo las sintieron demasiado reales como para ser un simple sueño.

El de pelos azulados se levantó de la cama y se cambió de ropa y se cepillo el pelo, seguido de esto vio la hora, se había levantado bastante tarde, bastante normal en los fines de semana y reviso de que sus hermanos no estaban, por suerte o desgracia estos se iban con sus amigos.

Ser un antisocial era una ventaja grande si tenías dos hermanos como los que eran los de Hugo.

Bajo de su habitación, en el centro de las escaleras que dividían los dos alas de la casa y daban a la sala principal había algo, era la mismísima caja de los miraculous, estaba en una vitrina de cristal que tenía alarmas para que si llegaban a quitarlo de allí sonase, lo único que había para que esa alarma no saltase, era un código. Hugo conocía este código, una cosa que nunca se le fue a su madre, Marinette, era la extremada torpeza que tenía para algunas cosas, y es que donde tenía escrito el código se le cayó y ahora lo tenía Hugo. No era tan complicado, era la fecha de cumpleaños de su madre, el cumpleaños de su padre y la fecha de la boda de ambos juntos y seguidos en ese orden.

Hugo se quedó viendo esa caja ovalada donde tenía los miraculous y en eso empezó a reflexionar.

¿Por qué sus hermanos fueron escogidos para tan alto riesgo siendo cómo eran?

Louis no era digno de ser el usuario del gato negro, era un muchacho irresponsable, un gandul avaricioso y caprichoso. Emma era discutible ya que antes era buena persona, pero Hugo sospechaba que se convirtió en lo que se convirtió para encajar en la sociedad, para que no la "funasen" pero con Emma lamentablemente ya no había vuelta atrás, las amigas que hizo le lavaron tanto el cerebro con esas ideas que ahora daba igual lo tan fundamentado que estaban los argumentos ajenos, no atendía a razones.

Hugo se sentía el "apartado" de su familia. ¿Por qué sus padres les dieron tan altas responsabilidades a tan ineptos chicos? ¿Por qué lo veían con alguien incapaz físicamente para ser un portador de miraculous? Le daba igual cual sea, pero se sentía como un simple niño patético que en realidad quería ser fuerte.

Hugo fue a desayunar y desayuno tranquilamente, volviendo a su habitación.

—<<Orson ama los poemas... ¿Por qué no le escribo uno y se lo doy a este el lunes?>> — se cuestionó Hugo.

Miro a unos papeles en blanco que tenía y empezó a escribir, empezó a intentar inventarse un poema para su amado Orson, uno bastante corto pero lindo:

"Piel de oso pálido ocre

Alas blancas de cisne

Ojos puros zafiros

De tus labios me enamore

De tu fuerza me rendí

Solo soy un chico frágil

Loco de amor soy por ti

Un hombre tan fuerte

Quiero tu amor en mi"

Hugo vio el poema que había escrito y le firmo el poema con su propio nombre, para en eso coger un sobre y guardarlo, escribiendo la direccion de Orson.

—<<Espero que a Orson le guste el poema>> — hablo en sus pensamientos Orson.

Mientras tanto con este mismo Orson...

Nos encontramos con este duchándose, pasaba sus manos por su cuerpo, se había masturbado antes pensando en Hugo, se sentía sucio pensar de esas formas tan pecaminosa de Hugo, este era casi un ser delicado, un simple pétalo que no quería romperlo ni en su mente aunque no podía, no podía evitarlo.

¡Demonios! ¡Se sentía como un jodido guarro pensando así de un chico como Hugo! Nunca le había pasado esto. Tal vez el estar enamorado le provocaba esto.

Termino de ducharse y se empezó a secar el cuerpo, el muchacho se dejó el pelo sin la espuma que siempre se ponía, pero la verdad es que siempre lo tuvo rizado, suavemente ondulado.

Se cambió y se secó el pelo para después salir de su habitación. Fue a donde su madre y le hablo, se encontraba haciendo papeleo del hotel tranquilamente.

—Mamá, voy a salir a dar un paseo, ¿Vale? —

—De acuerdo ¿Llevas el móvil? — Pregunto Chloe, Orson solo asintió con la cabeza—...Te quiero aquí a las 2—

Orson solo asintió con la cabeza a lo que había dicho su madre y este se fue de allí.

El pasear cerca del rio Sena para Orson le servía mucho para despejarse ideas, para tener inspiración para sus historias pero... La historia que estaba escribiendo no era una ficción, no eran las novelas que siempre escribía... Era su propia vida, lo que sentía por alguien.

Dudaba, dudaba de ser capaz de poder estar junto con Hugo, junto con ese hombre que ardía en deseos de estar. Escucho de su madre las locuras que hacia la madre de Hugo por el amor de Adrien Agreste y el no quería llegar a ser un obsesionado, su propia conciencia se lo impedía. Hugo era para él la delicadeza en persona, tenía la sensación de que fuera de esa delicadeza perpetua se encontraba alguien fuerte y valiente que quería demostrarles a todos algo pero que era incapaz porque era un sumiso a sí mismo.

Orson era ese gran oso que quería tomar un valioso y delicado diamante azul.

La mirada del Bourgeois se perdió en el rio Sena, buscando y despejando sus pensamientos y sentimientos que su corazón no paraba de replicar como una campana.

—<<Mi vida se sentía tan normal... que cuando me di cuenta del pequeño ángel que era Hugo, se ha enmarañado al completo>>— pensó Orson.

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Probablemente, creo que esta es de las historias más pastelosas que he escrito de lo que llevo en Wattpad, fuera coñas

Bastard (New Generiation MLB) [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora