Algunas cosas no ocurrían como uno pensaba.
O al menos eso es lo que pensaba Harry en ese momento.
Por primera vez estaba tranquilo, caminando sin rumbo alguno por los pasillos de Hogwarts mientras se dejaba llevar por sus pensamientos.
Pensamientos normales, pensamientos aburridos; pensamientos que por primera vez no eran un caos.
Pensamientos que por primera vez no eran un caos...
Eso... ¿Eso era bueno, no?
Las cosas habían cambiado un poco últimamente. Gracias a la entrevista de Harry con el Quisquilloso la visión de todos parecía aclararse; ahora las personas lo miraban nuevamente. Algunos con duda, otros con expectativa, algunos incluso con repudio; pero sin duda algo había cambiado.
Algo había cambiado. No sólo para ellos, sino para él.
Después de tanto tiempo, Harry ya no tenía que cargar con el peso de la muerte de Cedric por sí mismo. Ya no estaba tan solo.
Sin duda, era un alivio.
Y tal vez por eso se sentía tan nervioso.
Había pasado tanto tiempo tratando de sobrevivir a sus pensamientos que ahora simplemente no sabía qué hacer, ¿y si algo salía mal? ¿y si todo se arruinaba?
Lo mejor era no pensar en eso. Poco a poco había aprendido a vivir con el miedo y la incertidumbre. Mientras Voldemort existiera siempre sería así. Pero quería volver a hacer un patronus, quería honrar a Cedric y sobre todo: quería retomar el control de su vida.
Se lo había prometido. Tenía que vivir.
No se puede hacer nada por un muerto. Excepto vivir...
Vivir...
¿Por qué valía la pena vivir?
De repente, imágenes de ciertas personas allegadas inundaron su cabeza, una tras otra. Especialmente...
—No —se detuvo a sí mismo Harry —. Creo que me estoy volviendo loco...
—¡Increíble, lo lograste! ¡Bien hecho!
Esa voz...
El corazón de Harry se detuvo por un segundo, un minuto o tal vez por una hora. No lo supo con exactitud.
No se había dado cuenta, pero su caminata sin destino lo había llevado hasta la torre de astronomía y sólo había alguien que podría estar ahí a tan tempranas horas de la mañana.
Alguien que siempre estaba esperando ver, lo admitiera o no.
—¿Luna? —preguntó él sin creérselo.
—Oh, ¡hola Harry! —exclamó Luna feliz de verlo —. No esperaba verte aquí.
—Yo tampoco —respondió Harry para luego sonreír levemente. De repente el día se veía mucho más brillante —. Es bueno verte.
Lo cierto es que ambos llevaban un rato sin verse.
Desde hacía unas semanas Umbridge había adquirido más poder, y por ende, había aumentado las sesiones de castigo de Harry. Luna también se había enfocado en ayudar a su padre a difundir la verdad de Harry a través del Quisquilloso. Así que de una u otra forma ambos se habían perdido un poco de la vida del otro.
No era nada del otro mundo, pero ya no se reunían en la torre de astronomía como antes; sólo en los pasillos, la sala de Menesteres y demás.
Aun así, era algo extraño. Ambos estaban aquí frente al otro, se veían igual que siempre y se estaban hablando igual que siempre.
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Palabras al Viento [HarryxLuna]
FanfictionA veces, las palabras tenían un poder más grande de lo imaginado. Esto lo descubriría Harry Potter, quién ahora estaba deprimido por la muerte de Cedric y el regreso de Voldemort. Tal vez las palabras podrían ayudarlo a sanar. Sólo necesitaba la ayu...