I. Despertar en un ataúd

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ANYA BOSTEZÓ mientras se movía poniéndose sobre el costado derecho de su cuerpo, estaba durmiendo de manera agradable, aunque en medio del sueño escuchó algo chillón, una vocecita quejándose de ¿Algo duro? No prestó tanta atención

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ANYA BOSTEZÓ mientras se movía poniéndose sobre el costado derecho de su cuerpo, estaba durmiendo de manera agradable, aunque en medio del sueño escuchó algo chillón, una vocecita quejándose de ¿Algo duro? No prestó tanta atención. No hasta que sintió algo caliente debajo de ella.

—Dimitri, no necesito una bolsa con agua caliente aho..¡Espera!

Sobresaltada, abrió sus ojos y vió un resplandor azulado colándose dentro de donde fuera que estuviera, se movió notando que no estaba en su cama como creía sino en alguna caja, golpeó con la rodilla la tapa varias veces hasta que se movió contra ella utilizando todo su peso, la tapa crujió y Anya cayó al suelo soltando un pequeño grito, debió pensarlo mejor.

Sobó su cabeza, se había golpeado al caer de esa manera, se vió a sí misma entonces, estaba utilizando una ¿Túnica? Incluso la capucha de esta se encontraba echada sobre su cabeza, miró debajo de la prenda al estirarla, al menos su pijama estaba debajo, tenía que ser uno de esos sueños lúcidos fue la conclusión que sacó, miró su alrededor, vale, su mente estaba muy creativa si era el caso.

Estaba de pie en medio de un salón oscuro con una fuente en medio y un espejo que se le hizo curiosamente familiar, pero, lo que más le asustó fueron los ataúdes que flotaban por todo el lugar.

No vuelvo a hacer una maratón de Harry Potter antes de dormir

Volteó hacia el ataúd de donde ella salió y captó una cosita ahí ¿Qué demonios era eso?¿Un gato o un mapache? Había fuego azul saliendo de sus orejas— ¿Un gato en llamas? Estoy muy creativa.

—¡¿A quién llamas gato?!¡Soy el gran Grim humano estúpido! —el animal no apreció su comentario. —¡Dame tu uniforme ahora, o de lo contrario...te abrasaré vivo!

Unas llamas azules aparecieron alrededor del animal, Anya frunció el ceño ¿Y ese gato pirómano qué se creía? —Mi ropa no te va a quedar, bicho. —no era que le importara estar en pijama, pero, le cubría mejor esa túnica.

Su comentario no fue bien recibido, el mapache pirómano (¿O era un gato?) Le lanzó una llamarada que Anya apenas esquivó cuando se lanzó a un lado, no lo pensó dos veces, comenzó a correr para poder huir, salió de aquel salón llegando a un pasillo, parecía que se encontraba en un castillo, habían muchas puertas, sería imposible no perderse así. Abrió una de ellas entrando a una biblioteca enorme, ahí los libros también flotaban, no tuvo tiempo para maravillarse cuando escuchó un gruñido detrás de ella, pronto la biblioteca se transformó en un mar de fuego azul cortesía del mapache.

—¡Já, te atrapé!¡¿En serio pensaste que escaparías de mi agudo sentido del olfato?! —el animal parecía muy satisfecho por su logro, le arrojó otra llamarada que hizo a Anya tirarse al suelo. ¡Ahora entrégame tu unifor..!¡¿Hah?!

Grim no acabó la frase, un látigo se enroscó alrededor de él envolviéndolo por completo, sujetando al animal con firmeza —¡¿Qué demonios sucede con esta cuerda?! —se quejó.

—¡No es una simple cuerda! —una voz exclamó, tenía un tono elegante.— ¡Es un látigo de amor!

En cuanto escuchó esa frase las esperanzas de Anya de que el tipo no fuera un extraño se esfumaron, más aún al ver su ropa, curiosamente no se veía mal, pero no dejaba de pensar que sería algún personaje salido de un libro de fantasía: Era un hombre joven, alto, pálido y con el cabello negro, las hombreras de plumas negras no hacían mala combinación con el traje, la máscara en forma de cuervo ocultaba sus ojos que desprendían un brillo dorado, aunque lo que llamó su atención además de la máscara fueron las extrañas garras doradas en las puntas de sus dedos. Sí, extraño era un eufemismo.

—Ah, por fin te encontré ¿Eres uno de los nuevos estudiantes, no? —antes de responder a eso el hombre siguió hablando.— No deberías haber hecho eso.

—¿Perdone?

—¡Los alumnos de primer año no tienen permitido salir de las puertas por su propia cuenta! —exclamó, a modo de regaño.—Además, aún te falta domesticar a tu familiar, si fueras un alumno de segundo o tercer año estarías envuelto en muchos líos por violar muchas de nuestras reglas escolares mágicas.

¿Reglas mágicas?¿De qué demonios estaba hablando? Miró al azabache con una notable confusión e irritación, estaba siendo un sueño considerablemente molesto.

—¡Suéltame, no soy su maldito familiar!— exclamó el gato, retorciéndose aún siendo sujeto por el látigo.

—Si, claro que te creo — de manera sarcástica le dijo.— Todos los familiares rebeldes dicen lo mismo, solo cálmate por un momento.— con un ademán calló a Grimm cuando la tela le envolvió la boca.— Dios mío, nunca antes en mis años de director escuché que algún estudiante saliera de la puerta por cuenta propia.

Pues vaya director si un gato impulsivo pudo colarse a su escuela y casi incinerarla”

El azabache suspiró pesadamente mientras relajaba sus brazos, llamando la atención de Anya.—¿Qué tan impaciente puedes ser, jovencito?

—¿Jovencito?— definitivamente no parecía un chico, ni siquiera su voz era tan grave, posiblemente le confundió por la capa que tenía puesta, pero aún así...— Disculpe, usted está-— fue interrumpida por el más alto.

—¡Pero mira la hora que es!—exclamó el azabache al sacar un reloj y comprobar la hora—. Vámonos a la sala del espejo, joven estudiante.

En cuanto le tomó del brazo, Anya no pudo evitar preguntar por lo que había dicho, si le dijo estudiante, y según la biblioteca que veía ¿Aquello era una escuela?— ¿Sala del espejo?

—Es la habitación donde te despertaste con todas las puertas alineadas — explicó el de máscara de cuervo a medida que caminaban—. Todos los estudiantes que deseen asistir a esta academia deben pasar por esas puertas para llegar aquí.

—¿Las puertas de las que habla son los ataúdes?

—En efecto — confirmó él, asintiendo suavemente con la cabeza—. Normalmente los estudiantes se despiertan luego de abrir la puerta con una llave especial, pero...

—Ya, era salir o morir incinerada.

Después de eso, comenzó a preguntarle acerca del lugar donde se encontraban, ese sueño se sentía increíblemente vívido para los usuales que tenía. El director, quien se presentó como Dire Crowley, le explicó que estaban en Night Raven College un instituto de renombre en todo Twisted Wonderland (Anya pensó en reírse cuando escuchó el nombre) al que asistían magos que eran seleccionados por el Espejo de la oscuridad, los alumnos eran transportados en las puertas, los ataúdes que vió, y llevados por los carruajes oscuros hasta la escuela.

—Entiendo, entonces ¿Me está diciendo que un carruaje me secuestró y trajo hasta aquí? — repitió Anya, casi sintiendo una vena palpitar en su cuello.

—Yo...¡Oh, mira, ya llegamos! Entremos a la ceremonia de bienvenida — con un ligero nerviosismo Crowley dijo, queriendo desviar su atención—. Por cierto, joven, quizás sea mejor que tenga cuidado, por su tono de voz podrían pensar que es una chica.

Oh, no me digas” pensó, rezumando sarcasmo.

“Oh, no me digas” pensó, rezumando sarcasmo

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ANPANMAN | Twisted Wonderland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora