Donde el perfume de los crisantemos amarillos y violetas se fundían en su delicada y lechosa tez pálida, suave como los dientes de león y tintada cual arrebol a causa de la irritación del césped, se hallaba un precioso joven de cenizos cabellos escabulléndose en la densidad de las arboledas. La bienvenida a la oscuridad hacía despertar a los noctámbulos insectos, quienes todavía danzantes orquestaban para él y compañía, aunado las sonrientes gazanias, cuyos pétalos plantados desde la pared se abrían para admirar sus muecas cuadradas.
Él y su amigo no tenían más razón que la de revolcarse en el aroma sarpullido de la madera y exótico del pino envuelto en piñas, pues el andar fuera a tan duras horas no era cometido ni siquiera por los más volátiles cabezas huecas; a penas eran los comienzos de la primavera y esta todavía no despedía por completo al fatídico invierno. Dicha idea había sido propuesta por el mayor de ambos, quien se supone debe adoptar una postura recta y ser el más serio que sus tierras hayan visto nacer, y es que Christopher era así; extravagante y elocuente, cándido e inesperado. Cuando alguno de sus padres le despegaba un ojo de encima, solía dejarse llevar por la primera idea que le sonríese en la mente, sirviendo como claro ejemplo, la imagen de esa noche.
Aunque más que darle permiso a la tan añorada brisa primaveral para que consumiese su olfato, y como consecuente, le obligase a soltar risas como hubo acontecido en los días pasados, en realidad tenía otro propósito... Venía escapando de la furia de sus progenitores, acorralándose a sí mismo en aquella casita de madera mal hecha hacia los adentros del bosque para así esconderse en mayoría de su padre alfa. Ellos se habían estado comportando sumamente extraño durante los últimos días, Chris notándolos lo suficientemente distantes de sí y con el semblante en completo vacío. Creyó que se les pasaría pronto, cuando lo único que tanto les atormentaba era el estrés de encontrarle una pronta pareja, puesto a que dentro de unos cuantos meses sería su cumpleaños número dieciocho (18), y como consecuente, enfrentaría la presentación de su primer calor.
Ciertamente se alejaba por esas razones, temía que en cualquier segundo le fueran a presentar alguna candidata, con la que de antemano, se atrevía a decir que no querría nada. Con nadie en realidad. Estaba más que hirviendo en ira, sobre todo, la impotencia rebozándole al tener que verse metido en algo como aquello. Sus padres verdaderamente no presentaban compasión alguna por él, pretendiendo hacer consigo lo que se les diese la gana sola y llanamente por tratarse de su hijo, único y próximo heredero del puesto como líder de la manada.
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𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐃 𝐁𝐘 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐍 ✶
Fanfiction★ BESADOS POR EL SOL ╱ ❝Los lobos de Christopher y Minho se amaban, pero simplemente... ¿Existía algo más allá del porqué no pudieron estar destinados a ser? Porque cuando la Luna alcanza el éxtasis de su última secuencia, el néctar de ciruela y lil...