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Capitulo 10

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Apenas pasó un día y todo ha sido un desastre, Ray se entero que me acosté con el mitad-mitad, Emma con dolores de cabeza constantes por culpa de el y el resto de la familia preocupados por ella, claramente que por su salud.

Voy camino a la misma cabaña de la noche anterior para encontrarme con mi prometido, que más da solo lo estaría usando para estas situaciones de 🥵 celo 🥵.

Entre por aquella puerta, camine por un corto pasillo llegando a mi oficina, entre y ahí estaba el hombre con quien lo hice hace un día.

- Llegaste -me miro.- Llegar tarde a un encuentro es una falta de respeto y de etiqueta para ser mi futura esposa.

- Entonces búscate a otra -rode los ojos.- No cumpliré con tus etiquetas o como se llamen.

- Con más razón me enamoro de ti -susurro.

Me senté en la silla que estaba atrás del escritorio, mire al bicolor, el me miró, nos miramos hasta que el no pudo sostener el contacto visual. Se iba a levantar hasta que yo hable.

- Hagamoslo de nuevo -dije; su mirada hacía mí se volvió intensa.- Se que no tienes problemas.

- Hoy que comiste? Brujo? -sonrió de lado saliendo de la oficina.

Lo seguí, entro a la cocina empezando a revisar la estantería, nevera, entre otras cosas para poder cocinar.

- Alguna vez has probado mis pastas? -dijo; Yo hice sonido de negación.- Pues hoy las probara.

Empezó a picar las verduras, hacer una salsa, cocinar la pasta para luego combinarlo todo; una vez lista sirvió, los dejo en el comedor.

- Siéntese madam -dijo rodando una silla para mi.

- Está bien, gracias -sonreí.- Buen provecho.

Comimos aquella pasta deliciosa, me ofrecí a lavar los platos y el acepto. Trabajo :)

Sentí unos brazos rodear mi cintura junto una cabeza entre la mía y mi clavícula, miré de reojo, cerre la el grifo y me giré sobre mis pies quedando cara a cara con el, sin escapatoria.

- Eres tan preciosa -me susurró al oido.- Se mía de nuevo.

Sin más lo empecé a besar, un beso que reflejaba la pasión y las ganas que se tenían, el correspondía aquel beso. Empecé a desabotonar su camisa, el pasaba sus manos por mis muslos y luego el trasero.

- Dios! Me vuelves loco -reí ante su confesión volviéndolo a besar.

Sentimos que alguien había entrado, pero no le dimos importancia solo queríamos seguir en lo nuestro, me subió al mesón quedando entre mis piernas... Hasta que alguien hablo.

- ¿¡Qué demonios están haciendo!? -gritó.

Nos alejamos posando las miradas de donde provenía la voz y ahí estaba... Un Ray con los ojos abiertos como platos, con ojos llenos de decepción empuñando las manos.

- Nada que te interese niño -dijo el bicolor.

- ¿Nada que me interese? -dio un paso.- ¡¡¡Te acostaste con MI mujer!!!.

- ¿Tu mujer? Porfavor no me hagas reír, hace rato la perdiste desde que te acostaste con aquella -dijo el mitad-mitad señalando hacía fuera.- Y vienes como si nada a reclamar algo que ya no es tuyo.

- Es mía quieras o no quieras, me vale un carajo que sea tu prometida -dijo Ray con enojo.- ¡¡¡ No la vuelvas a tocar más en tu asquerosa vida!!!.

- ¡Ya callense! -dije.- No soy ni tuya Ray, ni de el. No es de tu incumbencia si me acuesto con otro -tome aire.- ¿Por qué me reclamas? ¿No que tenías un hijo por venir y una mujer a la cual amar y mantener? Para eso andabas haciendo cosas en mis espaldas, solo para venir a reclamar algo que ya perdiste.

- Pero ____... -lo interrumpí.

- _____ nada, ya te dije -me acerqué a el.- No tienes ningún derecho sobre mi y menos derecho tienes a venir a reclamarme.

Salí de la casita sin ganas de hablar, me acomode la ropa y luego empecé a caminar, necesitaba hablar con Emma o con Norman... Me dejó estresada el tema de Ray ahora.

Llegué a su cuarto, dí tres toques en su puerta hasta que la abrieron.

- Oh ____! Eras tú -dijo Norman con una sonrisa.- Entra, entra.

- Gracias Norman -entre a la habitación,  lo miré.- Puedo hablar con ustedes?.

- Bueno, Emma está dormida -dijo.- Quedo yo, así que habla conmigo.

- Esta bien.

Nos sentamos en una mini sala que tenían en la habitación, le conté todo lo que pasó y el no sabía que decir hasta que me sugirió que no le diera más vueltas y decidiera con quien quedarme.

- Que decida? -asintió el.- Pero si no debo decidir y pronto me casaré.

- Todavía no es tarde, ____ -sonrió.

- Ay Norman, que difícil es esto -solte un suspiro pesado.- Cada vez es más agobiante.

- Bueno. Por ahora descansa, creo que es lo mejor -me sonrio de nuevo.

- Tienes razón.

Salí de su habitación y fui a la mía, me tire a la cama quedando completamente dormida después de unos minutos pasados.


¿Qué eres? 'Ray y tu'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora