𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄|ᵉᵈᵐᵘⁿᵈ ᵖᵉᵛᵉⁿˢⁱᵉ|ℒ𝒞𝒩 & ℋ𝒫

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕺𝖓𝖈𝖊

🅢🅘🅛🅔🅝🅒🅔

Una semana después...

Dado los últimos sucesos, Janelle se hospedo en el castillo del Rey Lune, como lo planeo con Philips, la mujer, no paro ni un segundo de leer libro tras libro, que se tratase de magia, o que se acercase a una respuesta para el nuevo comportamiento manipulado de Edmund Pevensie, y dando lecciones también, al inteligente e ingenioso príncipe Corín. Jone paso en aquella biblioteca día y noche, sin dormir, y sin moverse de su asiento, más que para ir a cambiar sus ropas, atender sus necesidades, y comer, aunque, las mucamas llevaban sus alimentos a la biblioteca.

—¡Agh! — dio un grito de irritación y desesperación, llevaba más de quince libros leídos de pies a cabeza, con esperanza de encontrar la respuesta, sin embargo, nada aparecía, no encontraba ningún indicio, de lo que aquel liquido podría ser, o la cura del mismo. La oji-ámbar, cerro el decimosexto libro de un golpe, frustrada, se levanto de su asiento y camino a otra estantería, mientras tanto, el príncipe Corín, miraba a la joven dama, con angustia, en un intento de ayudar, el chiquillo de no menos de dieciséis años se acerco a la joven, quien aún seguía inmersa en sus asuntos, sin notar la llegada del príncipe.

—Podría probar con el estante de por allá, señorita Jones. — hablo caballerosamente el jovencito, señalando una repisa al fondo de la biblioteca. Janelle dio un salto, por el escalofrió que le ocasiono el atrevimiento del chico, pues como ya he dicho, la mujer no tenia ni la menor idea de la llegada de Corín

—¡Por todos los océanos! —exclamo exaltada. — Corín ¿Acaso no te han enseñado que no debes asustar así a las personas? Podría haberte golpeado. — riño un poco molesta y a la vez divertida.

—Lo siento, señorita Jane.

—Esta bien, Corín, solo no vuelvas a hacer eso. — pidió con una sonrisa que mostraba dulzura. —Ahora, ¿Qué decías sobre buscar?

—Oh si, en aquella repisa, puede que encuentre algo sobre esa pócima.

—¿Cómo...?

—Habla entre sueños. — explico Corín, haciendo que Janelle se sonrojase. — Y soborne a Philip para que me dijera porque no había descansado ni un solo día. — «Traidor» pensó Jane en Philip, negando con la cabeza.

—Eres un chiquillo bastante inteligente.

—Me lo dicen seguido, gracias

—Y vanidoso también. — agrego divertida. Corín, al no tener nada mejor que hacer, tomo la decisión de ayudar a su nueva y temporal mentora, en su búsqueda para una cura.

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—¡Señorita Janelle!¡Jane! — grito Corín entre los pasillos, el día anterior, Jane le había relatado todos los sucesos en Calormen al príncipe. Jane al tener un par más de ojos ayudándola, encontró lo que era aquel cordial transparente que le había dado a beber Kali al rey Edmund.