Todos los 16 jóvenes se encontraban reunidos en distintos grupos mientras trataban de encontrar alguna explicación al porqué habían despertado en esa extraña habitación carente de ventanas. Algunos decían qué era lo que recordaban antes de despertar en ese lugar, pero la enorme mayoría parecía coincidir en el hecho de que en algún punto determinado todo pareció volverse negro para ellos y, poco después de aquello, parecían no recordar nada más. Era demasiado sospechoso que un fenómeno así se repitiera con todos ellos, razón por la cual no había huevo a atribuirlo a un producto casual.
Por un lado estaba el primer grupo, en el cual se encontraban Tenko, Korekiyo, Tsumugi y Ryoma, los cuales trataban de buscar una explicación lógica que pudiera serles de utilidad para comprender mejor todo a su alrededor. De todos, ellos eran los más apacibles y, por así decirlo, los que parecían poseer la mente más calculadora de todos los presentes. En vez de perder el tiempo discutiendo, pensaban que lo mejor era analizar todo con la mente fría y tratar de evaluar su situación de forma práctica o crítica, todo con el fin de tomar algo del control de lo que en teoría les estaba sucediendo.
En segundo plano, estaban Gonta, Miu, Kokichi y Kirumi. Mientras que los tres últimos parecían atemorizados, Gonta parecía ser el que le daba palabras de aliento para que mantuvieran la calma. Se veían de alguna forma como los más débiles de todos los presentes, razón por la cual podrían verse como un objetivo fácil para matones como Kaito en caso de que la historia colectiva llegara a reinar. Gokuhara, incluso diciendo ser pacifista, no dudaría en protegerlos en caso de que la situación se torciera, aún si agredir a otra persona fuera contra sus principios morales y éticos. Lo peor que se podía hacer en una situación como esa era perder la cordura y que se sembrara el pánico, razón por la cual Gokuhara parecía ser clave para ellos, pues incluso si el joven de gran estatura parecía imponer, podía notarse que tenía un buen corazón desde el momento en que no dudó en servir como escudo a Kokichi cuando Momota lo perseguía para darle una buena somanta de palos.
Cercanos a la puerta y tratando de ver qué era lo que podían hacer con respecto a ella, se encontraban los que se consideraban como los más "populares". Se encontraban discutiendo acerca de qué harían tan pronto como salieran de ese lugar, así como también formas en las que forzar ese montón de cerraduras para poder abandonar ese extraño y lúgubre lugar. El grupo estaba compuesto por Kaede, Rantaro y Angie —siendo ésta última la que más raciocinio tenía junto con Rantaro en lo que se refería a pensamiento práctico—.
Por supuesto, no todos estaban en grupos como los que se mencionaron con anterioridad, y es que algunos parecían tener más interés en pensar individualmente cómo era el caso de Kiibo, Saihara o incluso el propio Momota. Éste último parecía muchísimo más enfocado en el enojo que aún traía consigo debido a la humillación verbal que había sufrido por cierto pelinegro al que no le quitaba el ojo de encima, pensando en mil formas en las que ese chico se las iba a pagar todas juntas tan pronto como tuviera la oportunidad de hacerlo. Mientras pensaba, tomó un paquete de cigarros de los que tenía en bolsillo de su pantalón y comenzó a tratar de encenderlo con su mechero, aunque se le complicaba un poco el asunto debido a que no tenía mucho gas en el mismo. Ante esa acción, algunos no tardaron en expresar su disgusto.
— ¡Oye, gilipollas! —exclamó Kaede— ¡Que esta habitación ni ventanas tiene y tú nos quieres matar con el humo que da esa mierda!
— ¡Me importa un carajo, puta! —contestó Kaito— ¡A mí tú no me vas a venir a dar órdenes!
— Al menos hay varias rejillas de ventilación en el techo, así que creo que no pasará nada si fuma cerca de la que extrae el aire... —comentó Rantaro encogiéndose de hombros, pues la verdad es que tampoco le gustaba la idea de oler a nicotina, dando una solución para evitar que comenzara una pelea por ese tema.
ESTÁS LEYENDO
CHAINSAW [ PREGAME! DANGANRONPA V3 ]
Horror" Algunas cosas no son secuenciales, el bien no lleva al bien, ni el mal al mal, hay quien roba con total impunidad, viven como reyes, otros mienten, engañan, y les votan, otros se paran para ayudar alguien en la carretera y un camión los atropella...