CHAINSAW [ PREGAME! DANGANRONPA V3 ]

[ PRÓLOGO ]

Todo pareció verse de color negro por unos segundos para todos aquellos incautos que apenas iban recobrando un mínimo ápice de conciencia sobre sí mismos, viéndose envueltos en un nuevo escenario insólito que parecía no serles para nada familiar a lo que creyeron conocer.

¿Dónde estaban?

¿Qué era lo que estaba pasando?

¿Cómo se supone que habían terminado en ese extraño lugar?

Nadie parecía saber nada al respecto y, mientras algunos aún se encontraban inconscientes, varios más trataban de abrir sus ojos o ya se encontraban despiertos, sintiéndose cada vez más confusos ante ese inesperado escenario en el que fueron recibidos todos y cada uno. En una historia que parecía carecer por completo de protagonista, un total exacto de 16 personas que rondaban la adolescencia tardía habían aparecido de la nada en un extraño lugar rodeado de todo lo que alguna vez creyeron conocer. Muchos de uniformes semejantes o distintos entre sí, era lo que indicaba que rara vez alguno coincidía entre sí con el centro educacional al que asistían con regular. Todos poseían sus respectivos uniformes puestos aún, pues hasta donde sabían, no habían tenido tiempo de retirarlos o, por algún motivo que no alcanzaban a comprender los que por lo menos ya estaban despiertos, habían aparecido con ellos puestos de la nada en ese extraño lugar.

El primero en despertar había sido una joven de coletas bajas y con un lunar en la parte inferior de su rostro, la cual parecía haber despertado con algo de mareos a causa del sobresalto que había pegado a cuenta de levantarse de forma abrupta, todo ante la extrañeza de haberse despertado en un lugar desconocido y rodeada de puros desconocidos. Pocos eran los que podían reconocer, pero parecía que aún traían consigo las células de estudiante que colgaban de sus uniformes, las cuales servían para poder saber el centro educacional al que cada uno asistía y, por supuesto, el nombre que poseía cada uno de los presentes.

— ¿Qué es esto? —se preguntó a sí misma la joven, la cual parecía poseer en su celular de estudiante el nombre de Tenko Chabashira.

No pasó demasiado tiempo para que despertaran otras dos personas más, las cuales tardaron en adaptar su visión a la poca luminosidad que les brindaba ese lugar clausurado. La primera era una chica de cabello corto y apariencia gentil, la cual pareció reaccionar casi de inmediato al verse en un lugar desconocido y no tardó en comenzar a temblar mientras veía de un lado al otro. Podía verse que aquella dama se encontraba horrorizada, pues desconocía —al igual que la primera chica en despertar—, qué era lo que había pasado o el motivo por el cual podría haber terminado en un lugar desconocido. Su nombre, al menos por lo que dejaba ver mientras abrazaba su propio cuerpo atemorizada y sin articular una sola palabra por culpa de su confusión y miedo, era Kirumi Tojo.

— ¿P-Por qué estoy aquí? ¿D-Dónde estoy? —susurraba Kirumi en un tono de voz tan bajo que parecía, con suerte, escucharse a sí misma.

— ¿Qué se supone que significa esto? —preguntó una joven de celo fruncido y sin entender nada tampoco.

Aquél cabello rubio y figura gentil parecían ocultar a las mil maravillas la rudeza que escondía aquella joven bajo el aspecto de damisela en apuros. Sus ojos eran de un color rosa que la hacían lucir como una niña de bien, pero lejos de lo que podría parecer, una vez te fijabas bien en su lenguaje corporal quedaba muy claro que no era alguien con el que cualquiera desearía meterse. Su nombre parecía ser Kaede Akamatsu.

— ¿Qué mierda se supone que estoy haciendo aquí? —volvió a preguntar mientras veía a las dos únicas chicas despiertas hasta el momento.

— Tampoco estoy segura de ello... —respondió Tenko mientras veía a Kirumi, la cual seguía temblando aterrorizada al no saber qué estaba sucediendo o qué sería de ellos.