CHAINSAW [ PREGAME! DANGANRONPA V3 ]

« INTERMEDIO 1 »

Todos contemplaron con horror las erráticas sacudidas que daba aquella joven pelirroja que por azares del destino acabaría siendo empalada de manera brutal contra los salientes de aquella puerta electrificada. Chispas salían de su cuerpo y sus ojos acabaron explotando debido a que su ser ahora se había convertido en el conector principal de aquella salida bloqueada. No sería hasta que finalmente terminara cayendo al suelo, desplomada y temblando incluso después de fallecer, que todos se acercarían a Himiko Yumeno. Lágrimas gruesas salían de los ojos de Miu, pues acababa de presenciar con espanto cómo una de sus mejores amigas había muerto justo frente a sus ojos, sin poder hacer nada al respecto.

— ¡H-Himiko! —gritó Miu rompiendo en llanto.

— N-No puede ser... —susurró Tenko aún procesando lo que acababa de suceder— E-Ella...

— S-Señorita Yumeno... —Gonta parecía estar en shock, casi sin poder creerse lo que sus ojos habían presenciado.

Kirumi se acercó a toda prisa para poder comprobar, incluso si ya se veía desde lejos, los signos vitales de la joven Yumeno. No obstante, fue rápidamente detenida por Kiibo, quién extendió su brazo para cortarle el camino.

— No es para nada prudente tocar a un cuerpo que ha sido sometido a altas tensiones eléctricas, pues teniendo en cuenta que aún parece tener leves sacudidas después de morir, esto indica que puede existir parte de esa electricidad siendo conducida por su cuerpo. —explicó Kiibo con un tono de voz fría, manteniendo su mirada hacia dónde se encontraba el cuerpo de quien en vida fue una de sus mejores amigas.

— ¡¿P-Por qué?! —gritaba sin parar Miu a medida que más lágrimas resbalaban por su rostro.

Podía verse el dolor reflejado en Miu al ver a una de sus personas más preciadas morir, pues ambas habían sido inseparables desde mucho antes de llegar a ese lugar. Iruma más que nadie sabía que Yumeno no merecía morir de esa manera, mucho menos en circunstancias tan horribles.

¿Por qué le había tenido que pasar esto a ella?

¿Qué había hecho para merecer una muerte tan horrible cuando sólo quiso salvar la vida de alguien más?

Hubo un silencio que rodeó a todos los presentes, esto debido al pesado ambiente que se cernía justo frente a todos. Frente a la impresión de todos, se escuchó a alguien toser de forma entrecortada, el cual no podía ser otro más que Shinguji. Él se sujetaba el cuello adolorido, pálido y con los ojos llorosos por culpa de la asfixia. En su ayuda fue Ouma, que trató de ayudarlo a regular su respiración para que se sintiera mejor después de casi haber estado por morir asfixiado.

— ¿T-Te encuentras bien?

Korekiyo no se sentía capaz de hablar bien, al menos no por el momento, pero asintió en silencio al sentir ese valioso oxígeno llegar nuevamente a sus pulmones. Varias miradas de furia se dirigieron hacia Momota, algunas con un odio genuino en sus pupilas, pues ahora tenía una nueva etiqueta en la frente...

La etiqueta de asesino.

— Qué bastardo... —susurró Kaede con una mueca de disgusto mientras veía de soslayo a Kaito.

— ¡Esa perra me mordió! —exclamó aún adolorido por dicha injuria— ¡No es mi culpa que esa pequeña perra saliera volando cuando lo único que quería era quitarla de en medio!

— Literalmente. —respondió Kiibo con aquella mirada fría y algo de molestia poco visible en su tono de voz.

— ¡Nadie le puso una jodida pistola en la cabeza para que viniera a tocar los cojones y morderme como si fuera un puto perro! —trató de defenderse de todas esas miradas de furia y odio— ¡Además de eso, deberían incluso agradecerme!