Recuerden yo solo traduzco, créditos a su respectivo autor.
Si encuentran algún error gramatical o no entienden alguna frase no duden en preguntar en los comentarios.
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El Caballero comandante pronto se dio cuenta de que ya no podía expresar su opinión antes de inclinar obedientemente la cabeza.
-¿Cómo podría atreverme a despreciar la habilidad de Su Alteza? Cumpliré tu orden.
Tan pronto como los otros caballeros se fueron, siguiendo también la orden del Caballero comandante, Vivían inmediatamente se puso nerviosa mientras movía la cabeza de un lado a otro.
-¿Qué pasa? ¿No los llamaste para ir de cacería contigo?
-Tengo un problema que es mucho más importante que eso.
-Pero, honestamente, no veo ese problema, que es más importante que participar en la caza en sí.
Knox luego giró su cuerpo hacia Vivian, quien aún mantenía su firmeza. El carruaje era bastante estrecho, pero de alguna manera fue suficiente para que él volviera su cuerpo hacia ella, cara a cara.
El cuerpo de Vivian se estremeció instintivamente ante su toque que había sondeado a través de su elegante falda cuando sus rodillas se rozaron entre sí.
-¿De alguna manera te hiciste enojar?
De ninguna manera, por supuesto. Ni siquiera le hizo nada a Alexia. De hecho, no parecía diferente para ellos incluso cuando sólo se habían encontrado después de tanto tiempo desde su apretada agenda con respecto a este evento en particular. Nunca había imaginado que se encontraban en esa época, especialmente en un lugar así.
-…No.
-Entonces, ¿no puedes al menos decirme la razón por la que estás enojada en este momento? Cada vez que escucho tu voz enojada, siento como si mi corazón se estuviera haciendo pedazos.
-Yo ... eso es ...
-Querida, por favor suelta esa ira tuya.
La suave voz de Knox finalmente se acercó a Vivian.
¡Ah! El recuerdo de la noche anterior pasó inmediatamente por la mente de Vivian. Su tono suave pero formal, en contraste con su otra voz que había estado llena de amor. Ambos tonos de voz estaban, por supuesto, dirigidos hacia Vivían, pero aún así, la otra parte no creía que lo fuera.
Vivian ya sabía que nunca fue culpa de Knox. Sin embargo, a pesar de ser consciente de que, de hecho, fue culpa suya, ya que lo engañó, Vivian aún no podía ocultar sus sentimientos cada vez que lo conocía.
Ella se había resentido con Knox, quien ni siquiera podía reconocerla debido a la oscuridad que envolvía el cielo nocturno. Estaba bastante feliz de conocerlo bajo la brillante luz del sol, pero al mismo tiempo, todavía se sentía disgustada con él.
¿Por qué es ahora? ¿Por qué soy Alexia, y no Vivían en ese momento?
A pesar de que se dio cuenta de que nunca podría ofrecer o incluso recibir una mirada adecuada de él si no estuviera en este disfraz en particular, Vivían seguía soñando con una esperanza tonta.
-Está bien incluso si no fuera por mi bien. Al menos, cuando finalmente logré verte esta vez, me gustaría escuchar tu dulce voz.
Vivian no se atrevió a enojarse cuando vio cómo había expresado sus sentimientos con honestidad. A pesar de que lo que había sucedido durante esa noche había perforado y putrefacto su corazón, Vivían extendió sus manos antes de agarrar las de él.
-Knox.
-¿Sí?
-¿Knox me perdonará alguna vez a pesar de lo que tenga que decir?
-Por supuesto.
Vivian exhaló un suspiro cuando no pudo escuchar ni una pizca de preocupación en su voz.
-¿Cómo puedes decir eso fácilmente cuando ni siquiera sabes qué tipo de palabras diría?
-¿No viniste a mí también libremente a pesar de los innumerables rumores que me rodean? Me gustaría hacer eso por ti también.
-Yo…
Su verdadera intención no era tan pura como la había expresado Knox. Cuando recordó el hecho de que se había visto obligada a acercarse al gran duque en lugar de Alexia, ya no pudo abrir los labios.
-¿Hay algo que quieras decirme?
-…No, no es nada. No ahora, sino más tarde, cuando me apetezca, definitivamente te lo diré.
-Okey. Te doy mi promesa de escuchar todo lo que digas durante ese tiempo.
El Gran Duque bajó la cabeza después de decir esas palabras.
Vivian supo de inmediato lo que sucedería poco después. Cuando cerró los ojos, un par de pequeños labios, acompañados por la calidez del aire, comenzaron a rozarla.
Sus labios, que se habían frotado suavemente contra ella unas cuantas veces, ahora estaban cortando sus labios antes de hundirse profundamente en su interior. Al mismo tiempo, una oleada de fuerza inmediatamente llenó la mano de Knox que la abrazaba mientras sentía el toque de su espalda.
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