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Traductor: Sol autor: 달달하게 Recuerden yo solo traduzco, créditos a su respectivo autor.
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-¿Cenamos un poco antes?
Knox ya se había dado cuenta de la mirada de Vivian y, por lo tanto, sacó su propia silla primero. Después de que ella se había sentado, solo entonces él tomó asiento a su lado antes de levantar su cuchillo de inmediato.
No tenía tanta hambre, pero parecía que ella dudaría si Knox, él mismo, no tomaba al menos una cucharada.
Y eso fue bastante seguro. Solo después de eso, los dedos de Vivian comenzaron a moverse cuando la propia cuchara de Knox ya había comenzado a sacar la sopa.
Knox, que solo estaba mirando el comportamiento de Vivian, pronto comenzó a comer también. Incluso cuando los dos terminaron de cenar, el médico siguió concentrándose en su propia comida.
Cuando el médico que finalmente se llenó el estómago y bajó el tenedor finalmente, la oscuridad ya había envuelto todo el terreno.
Tan pronto como vio cómo el rostro del médico estaba floreciendo aún más que antes, Knox no pudo evitar sentir que su estado de ánimo se había vuelto bastante incómodo.
-Ven aquí, querida.
Vivian simplemente no pudo evitar dirigirse hacia la suave voz que la llamaba. En consideración a su carácter, esta mansión era de un tamaño absurdamente pequeño. Pero, al igual que un niño que estaba en un laberinto muy grande, solo podía sentirse ansioso si Vivian no estaba a su lado en todo momento.
Sin embargo, en realidad no odiaba esa sensación de inquietud en absoluto. De hecho, Vivian incluso se aferró a su mano. Y en medio de ese silencio, solo la calidez de los dos se transmitió entre ellos, lo que hizo que Vivian deseara que ese momento en particular durará para siempre.
La noche en el bosque había llegado mucho antes. El único lugar que tenía luces encendidas era esta mansión, por lo que no importaba si alguien caminaba incluso con una linterna porque nunca podría salir de la oscuridad.
Finalmente, Knox decidió irse a la cama temprano y luego se cambió la ropa primero. A primera vista, parecía no haber diferencia entre su ropa de exterior y su pijama, pero esa zona congestionada alrededor del cuello había hecho una aparente variación.
Las luces de la habitación estaban encendidas todo lo posible solo para Knox, que no podía ver tan bien, pero aun así, no era tan brillante como cuando había salido el sol. Knox luego levantó la cabeza tan pronto como la luz blanca penetró a través de su visión manchada de oscuridad y de colores aplastados.
-Cariño mío.
Su apariencia en ese camisón blanco había contrastado con sus mechones rojos que aún estaban vivos incluso en la oscuridad. Knox se acercó con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
