Las historias detrás del único heredero de White Hawks se resumían en que se trataba un chiquillo mimado, uno que se creía superior y que se la pasaba rechazando a las prometidas que le eran ofrecidas. Y, para mayor descaro, en sus manos tenía un hi...
advertencia: mención de abuso físico y posible angst.
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NamJoon observó los rayos de luna chocando contra las hojas de tono bordo de los calmos árboles de Scarlet Forest, y el leve brillo que creaba en estas al estar en lo alto del cielo.
Una parte de él deseaba con fuerza ir a buscar a su prometido, ignorando la regla de que no podía hacerlo porque traería mala suerte, y decirle cuan perfecto era aquél lugar.
─ ¿Cuanto más tenemos que esperar?
─ TaeHyung.─ MinJi regañó en voz baja, con el vaho escapando de entre sus labios por el frío ambiente.
TaeHyung bufó, haciendose pequeño dentro de su propia capa de invierno. No había demasiada gente dispersada en el lugar, tan solo reyes y reinas de casas aliadas ademas de unos pocos sirvientes, guardias y manos derechas u conocidos de tanto EunHye como MinJi.
─ no puedo creer que ya estas parado aquí, al borde del compromiso ─ MinJi arregló las solapas del saco azul de NamJoon, con sus ojos levemente acuosos.
─ después de rechazar a tantas-─
─ Dioses, TaeHyung ─ DongYul interrumpió, levemente molesto.─En cuanto volvamos de Tall Deer te casaré con la primera plebeya que encuentre si no te callas.
NamJoon aguantó la risa, y pasó dos manos por su rostro. Aún no estaban parados y arreglados para esperar ya la llegada de YoonGi al claro, pues el aviso de que el joven estaba en Glass Garden todavía no llegaba.
Sabía que su estomago todavía no se retorcía y su pulso estaba calmo por esa misma razón, pero en cuanto uno de los centinelas apareciera volando por el cielo aclamando la señal..
─ ¿Ya está aquí? ─ La voz de su madre llegó a sus oídos, y él inmediatamente volvió la vista al cielo.
Efectivamente.
─ Oh, mierda.─ Bajó la vista inmediatamente.─ no estoy listo, necesito un trago. Necesito salir de aquí.
─ ¡NamJoon! ─ MinJi le regañó a él esta vez.
TaeHyung posó sus manos en sus brazos, deteniendolo cuando intentó dar un paso.
─ Respira ─ Le ordenó, aprovechando que su padre se habia alejado hacia los invitados.─ Recuerda que YoonGi llegará en cualquier momento y te cortará en pedacitos si no te encuentra aquí.
─ No creo que así sea.
─ ¡Mamá está ahí! ─ TaeHyung volvió a señalar en un susurro, alterado.─ Solo respira, callate y luego vives tu maldita vida como te de la gana. Sabes como funciona esto.
NamJoon respiró hondo, cerrando sus ojos mientras su hermano menor aflojaba el agarre sobre sus brazos y los volvía lentas y disimuladas caricias para bajar el estres.
