Cinco

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Techno no volvió a ver a Kengkla y a los mellizos durante los días siguientes. Esperó que estuviera bien con el estrés que generaba el hecho de que sus hijos empezaban el jardín y él volviendo a su empresa familiar.

¿Qué si Techno estaba preocupado? Muchísimo. Un par de veces, a primera hora de la mañana, dedicaba algo de su tiempo a mirar por la ventana. Solía ver una débil luz en la sala. Después, mientras se arreglaba para irse al trabajo, escuchaba la puerta del vecino abrirse, un par de bostezos y por el ultimo el vehículo de su vecino arrancando. Ni siquiera en el trabajo dejaba de preocuparse. Constantemente se preguntaba cómo estaría KengKla, qué estaría pensando mientras trabaja ¿Pensaría en sus hijos? ¿En él? Entonces se sonrojaba y sacudía la cabeza.

No es que estuviera obsesionado. Sólo era la curiosidad normal que podía sentir porque KengKla era un viejo... amigo. Al menos, eso era lo que se decía a sí mismo.

De esa manera pasaron tres semanas más en la que no supo nada concreto, eso fue hasta que su hermano TechNic lo llamó cuando estaba saliendo de su oficina, terminando su jornada laboral. Antes de entender, Techno frunció el ceño al aparato.

—¿Qué quieres? —Preguntó antes de saludar—. No tengo dinero ni nada de valor. Y no, no puedes usar mi casa.

¿Para qué otra cosa lo querría su hermano? Aun recordaba una reunión que pidió hacer en su hogar y terminó con una serie de botellas tiradas en todos lados y desconocidos durmiendo en el suelo.

—¡No seas idiota! —lo reprendió su hermano—. Necesito un favor ¿Puedes ir por Kim y Pan al jardín? No puedo dar con la madre de Ai Kla.

Techno frunció el ceño.

—Okey, entiendo que él no pueda ir, pero si te lo pidió a ti ¿Por qué no vas tú? ¿Por qué buscas a su madre?

Del otro lado oyó un suspiro de frustración.

—Porque estoy con Ai Kla en el hospital.

¡Plaf!

Techno en su otra mano había llevado un maletín que en ese instante golpeó contra suelo.

—¿Cómo? ¿Por qué? ¿TechNic? ¿Qué pasó con KengKla?

—Tuvo un accidente. Aun no se recupera ¿Puedes ir o no? Me estoy quedando con él para ver qué dicen los médicos.

—Iré. Sí puedo, por supuesto que sí. Pero...

—Estoy mandándole tu información a sus maestras.

Su hermano colgó y lo dejó con todas las preguntas consumiéndolo. No tuvo más remedio que, al momento de salir, mandarle un mensaje para que lo mantuviera al tanto de la salud de KengKla.



*** 


Techno detuvo el coche y tanto Kim como Pan salieron dando saltos. Aunque les pidió que esperaran, ambos fueron corriendo a la puerta. Kim había caído pero se levantó de inmediato. Techno experimentó la forma en que su corazón dejó su cuerpo por la conmoción. Agitado y asustado se acercó a él.

—Kim ¿Estás bien? —le sacudió las rodillas de su pantalón. Kim se rió y asintió. Techno se preguntó si así de asustado se sentía KengKla muchas veces al día. Finalmente suspiró al ver la expresión sin preocupación del pequeño y se puso de pie antes de poner la clave que TechNic le pasó por teléfono. Aun no sabía nada de KengKla.

—Vamos. Vamos. Entremos. —Vitoreó Kim.

Techno sonrió unos instantes. Terminó de colocar la clave y abrió la puerta.

—¿Qué suelen hacer después de la escuela? —les preguntó a los pequeños.

—Vamos con papi al despacho para hacer los deberes, pero otras veces podemos jugar —contestó Kim.

—Bueno, papi no está ¿Podemos jugar? —le preguntó Pan.

Techno se mordió el labio. Lo ideal sería que hicieran su tarea, pero no estaba seguro si no era mejor opción dejaros jugar.

Reencuentro [Klano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora