Tres

227 19 7
                                        


TechNic entraba en la casa de KengKla mientras Kim y Pan jugaban con el gato que habían llamado Mark. En cuanto lo vio, KengKla se cruzó de brazos. Hace días que esperaba al amigo que pasó de hablarle todos los días a no responderle en semanas. Era muy sospechoso. Y todo aún más sospechoso porque su madre estaba haciendo exactamente lo mismo. TechNic apenas había llegado a su lado cuando soltó:

—Ustedes planearon esto —ni siquiera saludó. TechNic lo miró con gestos inocentes. KengKla juró internamente—. No puedo creer que no me haya dado cuenta de su engaño. Maldición. Lograron engañarme —Lloró.

TechNic no se rindió y elevó exageradamente una ceja.

—¿De qué engaño hablas?

—Ai 'Nic, no sigas ¿En serio no sabes quién vive lado de esta casa?

—Oh, eso. Sí, lo sé. Pero... ¿Enserio esta no es la casa que querías? Tus condiciones jamás mencionaron restricciones de vecinos.

KengKla apretó las manos. Se había quedado sin palabras. No sólo porque su amigo tenía razón, sino porque si decía algo en ese momento serían puros improperios e iría levantando la voz y sus hijos ahora están gritando de alegría al ver a TechNic.

—Tío TechNic —Gritaron al unísono.

—Niños, hola.

Solo cuando sus hijos se alejaron logró susurrarle muy cerca:

—Sabes... —respiró hondo—, sólo espero que no crean que terminaremos juntos. Si ese ha sido su plan, lo siento, fracasará.

TechNic le dedicó una mirada antes de responderle.

—¿De verdad crees que es imposible? Me extraña ¿Dónde está el KengKla que siempre luchaba por conseguir lo que quería?

—Ese KengKla que mencionas es lo que lo alejó de mí. Ai Nic, él me odia

—¿En serio crees eso?

—Te recuerdo que no me perdonó. Le escribí 30 cartas, le mostré mi verdadera cara y mis verdaderos sentimientos, le prometí no volver a mentirle nunca, y aún así él dijo que no. Dime ¿Alguna vez preguntó por mí?

Este nuevo round lo ganó él, quien se quedó sin palabras fue TechNic, pero KengKla no lo disfrutó.

—¿Ves? Es imposible.

***

Techno suspiró. Lo único que deseaba era esconderse en su casa y no volver a asomar la cabeza hasta que su hermano se hubiera ido. Pero sabía que no era posible. Debía ir a comprar comida a Gun Gun. El gato no comía desde la mañana. Había visto el auto de su hermano llegar. Pensó que estacionaria en su casa. De hecho, estaba listo para decirle que era un milagro cuando vio que se estacionó al lado. Eso había sucedido hace 7 horas.

Quería mirar por la ventana pero era suficiente con escucharlos. Estaban en el jardín delantero. Los niños gritaban jugando y podía reconocer muy bien la voz de su hermano y KengKla. De vez en cuando llegaba alguna que otra frase. Le hubiera encantado que estuvieran en su patio trasero para poder salir de su casa sin ser visto, pero Techno había visto como estaban cerrando la piscina y cercándola.

—¡Ai Kla! —Escuchó la voz de su hermano—. Ahí va.

Hace rato había escuchado el rebote de un balón que iba y veía entre manos y a veces picaba en el suelo. Los niños vitorearon.

—¡Atrapa, papi!

¡PUF!

Los gritos se volvieron gritos de terror y miedo.

Reencuentro [Klano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora