Amore Perduto (Libro 4)

Capítulo 14

—Los cambiaformas no eran de la lista de las razas lobeznas en realidad, se agregaron oficialmente a la lista en 1968, hay muchísimas razas, demasiadas que podrían entrar, pero mi pa... —carraspeo un poco—, Klaus Mikaelson no permitió que más razas entraran en la lista a menos que sus características sean de lobo, en fin, los cambiaformas son como su definición lo dice, espíritus guerreros, son fuertes, ágiles y en su transformación aun poseen su humanidad, el espíritu animal que adquieran podrá modificarse de tamaño a su voluntad, pueden medir el tamaño de una hormiga o incluso algunos pueden adquirir la altura de treinta metros, depende de la fuerza y voluntad que tenga la persona, muy pocos no pueden modificar el tamaño de su animal destinado, el espíritu animal que adquieren siempre son terrestres, son muy raros los espíritus guerreros acuáticos, aunque no digo que no los allá en la actualidad...

—Disculpa la interrupción, pero eso no explica que nosotros seamos cambiaformas, dijiste que hay muchas razas, estoy seguro que no debes conocer a todas, tal vez estas equivocado —dijo Jacob con seriedad.

La manada Mikaelson se quedó inmóvil un momento intentando aguantar la risa, jamás debías decirle a un Mikaelson que está equivocado, es probable que sea lo último que digas en la vida.

Davina miro con atención a Cedric, liberando un poco su olor para que se tranquilizara, Cedric respiro hondo y le mando una sonrisa forzada y fría a Jacob.

—Yo jamás estoy en lo incorrecto o me equivoco líder Black, sé muy bien de lo que estoy hablando, tengo más tiempo en este mundo sobrenatural que tú, tengo 99 años, he estado enterado del mundo sobrenatural desde los cuatro años, tu ni siquiera sabias que existía o lo que eras hasta los dieciséis años, llevas en este mundo solo dos años y un año como alfa, jamás pensaste que existirá otras razas que la tuya y la de ellos. —señalo a los Wampis con la cabeza—. Se que odias a Edward y solo eres cordial por tu "enlace" con su hija. Tranquilo, puedes separarte de Renesmee sin ningún problema. Yo no soy de tu agrado por ser un forastero y la copia exacta de Edward Cullen, el hombre que te robo a tu supuesto amor de tu vida, yo no soy él, jamás lo conocí ni lo... conozco, así que deja de compararme con él.

—¡Entraste a mi mente, salte de ella! —demando Jacob con los dientes apretados.

—Mi madre es la líder y soy parte de su aquelarre, tal vez sea el alfa de mi propia manada, pero ella es mi alfa, lo que ella sabe sobre ustedes gracias a tu padre ahora yo lo sé, no es necesario entrar a tu mente para saber de ti.

—Cedric, ahora yo hablare sobre su estado, tranquilízate un poco. —pidió Davina con voz dulce liberando más de su olor llenando toda la habitación.

—El olor que está en la habitación. —pregunto con timidez Seth.

—Es mío, tranquilo no los afectara. —tranquilizo Davina.

—Yo creo que si afecta un poco. —comento Embry quien empezaba a sentir sueño y mucha tranquilidad.

—Curioso. —susurro Davina divertida.

—¿Qué es lo curioso señorita Mikaelson?—pregunto Billy Black el único que no podía percibir el aroma.

—Es curioso que algunos miembros de su tribu estén siendo afectados por mi aroma cuando ya poseen una manada —los cambiaformas la miraron sin comprender, Davina soltó un pequeño suspiro.

En verdad que no saben nada, pensó con exasperación.

—El olor que solté es para tranquilizar a mi aquelarre y solo a mi aquelarre, no debería de afectarle a nadie en la habitación, solo les puede parecer agradable, pero hasta ahí. El olor de un líder de cualquier grupo solo puede afectar a los que no poseen una manada, grupo o aquelarre, ¿entiende lo que digo jefe Black? Si miembros de su tribu están siendo afectados es porque no se sienten cómodos o poseen un lazo en la manada.