¿Realmente ella estaba aquí? ¿O es mi imaginación nuevamente? Se supone que está muerta.
¿En verdad murió?
Si, yo la vi morir. No, no es cierto, es solo lo que escuche. Lo di por sentado, pero jamás indagué, ahora ella está aquí, delante de mí, tan hermosa como siempre, tan perfecta, tan mía.
No, ya no es mía, yo estoy casado con Bella, yo amo a Bella ahora.
¿O tan solo me estoy engañando?
¿Aro habrá tenido razón? todo este tiempo confundí deseo con amor al ser Bella mí La Tua Cantante, debo decir que Bella ya no me atrae como antes, pero tal vez, es solo porque ya no tengo que tener el instinto de protegerla todo el tiempo, ese miedo de que algo le pase, de que la maten por culpa mía.
¿O será también la culpa de todo lo que le ha pasado por culpa de mí y mi familia lo que hizo que yo quisiera aferrarme al amor de Bella?
¿Tan solo me obligue a tener sentimientos románticos hacia Bella por el deseo hacia su sangre, la culpa y la intriga de no poder leer su mente?
No, como puedo pensar eso. Yo amo a Bella, tenemos una hermosa hija juntos, algo de lo que pensé jamás podría tener, un hijo.
¿Pero cómo es que está viva? ¿Será un vampiro?
No, siento como corre su sangre ¿Entonces cómo es que aún está viva y aparenta tener la misma edad que la última vez que la ví? Tal vez solo sea mi imaginación ¿Estará Zafrina enseñándome lo que más ame en este mundo?
—Hijo ¿Sabes quién es ella? —mi padre me saca de mis pensamientos. Él puede verla como todos los demás, en verdad está aquí.
—Yo... Yo —me he quedado sin palabras, algo que no me ha pasado en noventa años.
—¿Hijo, estás bien? —Carlisle párese realmente preocupado por mí, aunque si lo pienso bien, es algo que ha hecho estos últimos años desde que estoy con Bella.
—¿Quién eres hermosa chica? —pregunta mi hermano Emmett a cuatro metros de nosotros. Volteó a verlo interrogante por la forma en la que se dirigió a Davina, puedo escuchar como gruñe Rosalie, me sorprende que este un poco celosa por el cumplido que ha dado Emmett, no ha tenido ese tipo de sentimiento en mucho tiempo.
—Mi nombre es Davina —su voz me deja hipnotizado, volteo a verla con brusquedad como si temiera a que ella se vaya. Como extrañe tanto esos ojos únicos verde con gris —. Davina Diggory —me ve directamente a los ojos, siento como si se me cortará la respiración (algo imposible en mi condición) al ver cómo me sonríe. Siempre ha tenido una sonrisa hermosa—. Soy la esposa de Anthony —sonríe más ampliamente al decir esto último. Siento la mirada de mi familia, puedo ver en los pensamientos de todos su consternación, y en la de nuestros invitados su confusión
—¿De Anthony? —pregunta Garrett preguntándose mentalmente de quién está hablando —¿Disculpe mi dulce señorita, pero de que Anthony está hablando?
—Discúlpenme mi buen señor debí ser más clara —contesto dulcemente mientras volteaba a ver a Garrett—. Soy esposa de Edward Anthony Masen —me volteo a ver mientras me volvía a sonreír ahora un poco apenada—, no sabía que había alguien más llamado Anthony aquí —me susurro con un pequeño rubor en sus mejillas.
Note de nuevo la mirada de todos en mi persona buscando una explicación. Más de mi familia, jamás les conté sobre Davina. No lo vi necesario. Creí que había muerto y por una extraña razón no quería que nadie supiera de ella, quería tener su recuerdo solo para mí, pero eso cambio cuando visite Volterra. Aro y Marcus supieron de ella, me deleite al saber que nuestro amor sorprendía a Marcus verdaderamente en siglos.
—No hay nadie más llamado Anthony, tan solo están sorprendidos que te refieras a mí. —aclaré cuando vi su mirada de interrogación—, ven, vamos adentro ¿Te parece? Hay mucho de lo que tenemos que hablar y aclarar —le tendí mi mano y ella la tomo rápidamente mientras me seguía sonriendo, puede notar en sus hermosos ojos el amor que sentía por mí, al tenerla cerca me percate con confusión que no podía leer sus pensamientos, pero no me frustraba ni me incomodaba, más bien, me hace feliz.
¿Como le diré lo de Bella? Que estoy casado con otra persona ¿Mi matrimonio con Bella es válido?
Han pasado cien años desde que me case con mi dulce Davina lo más probable es que ya no sean válido nuestro matrimonio ¿O si lo es? Me hace gracia que con solo verla y tocarla ligeramente me mueva mi mundo entero, parezco un adolescente humano de nuevo.
—Entremos todos a la casa y aclaremos las cosas —dije para todos los que aún querían una explicación con tono tranquilo y serio—. Me alegro mucho de verte —le dije con ternura a Davina, sin darme cuenta, saca un lado de mí que no he sacado con nadie desde hace tiempo, ni siquiera con Bella.
—A mí también me alegra mucho verte Anthony —le regaló una sonrisa al sentir como se pegaba más a mi brazo y me agarraba fuertemente la mano como si no quisiera que me fuera, como si fuera a desaparecer.
—No me iré a ningún lado Daby —le susurré divertido por su actuar.
—Aun así, no quiero alegrarme de tu lado, ya estuvimos mucho tiempo lejos el uno del otro —dijo entrecortadamente.
Al llegar a la puerta para ingresar a la casa me detuve. Ella me volteo a ver interrogante. Pude notar que en sus hermosos ojos había lágrimas sin derramar, no me contuve más y la abrasé. Ella enterró su cara en mi pecho y envolvió sus brazos a mi alrededor mientras sollozaba.
—Tranquila yo estoy aquí —eso solo la hizo sollozar más—, yo también te extrañe mi amor, te extrañe tanto como no tienes idea —envolví mis brazos en su cuerpo y sin darme cuenta la elevé y ella envolvió sus piernas en mi cadera enterrando ahora su cara contra mi cuello y agarrándome fuertemente con sus brazos. Con una mano la sostuve de la cintura y con la otra acariciaba su cabello mientras le daba uno que otro beso en su cabeza. Cerré los ojos y enterré mi nariz en su cuello deleitándome con su aroma. Nos quedamos un rato así en silencio, y aunque pareciera increíble me encontraba atontado por su aroma a Jasmin, fresas y vainilla. Cuando me separé un poco de ella noté que estaba dormida, solté un suspiro anhelante y le di un beso en su cabeza de nuevo. La acomodé con delicadeza hasta poder cargarla estilo princesa e ingresé a la casa. Todos se encontraban en la segunda sala, inmóviles, esperando una explicación que aún no daría.
—Estaré en mi habitación, hablaremos de esto cuando despierte, mientras tanto pueden seguir con lo que hacían, con permiso —leí a través de sus pensamientos como algunos iban a protestar, pero sin esperar a que dijeran algo, subí rápidamente a mi habitación y cerré la puerta con delicadeza, me quedé inmóvil en la puerta sin saber por un momento que hacer. Despejé mi mente de dudas y me aproximé a la cama que seguía colocada a la mitad de mi antiguo cuarto. Extrañamente agradecía que las sábanas y el cobertor fueran nuevos. Recosté a Davina con toda la delicadeza que podía, me recosté a su lado y ella instintivamente envolvió uno de sus brazos en mi estómago y coloco su cabeza en mi pecho, sonreí nostálgico.
—No has cambiado —envolví mis brazos en ella enterrando mi nariz en su cabello, cerrando los ojos solo para concentrarme en su pausada respiración, en el palpitar de su corazón y en su dulce aroma, después lidiare con mi familia y con Bella, pero ahora, sólo quiero concentrarme en mi Davina, mi primer y gran amor de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Amore Perduto (Libro 4)
FanfictionLa conoció cuando aún era humano, su primer y único amor la única persona que siempre le dió motivo y esperanza en su inmortal vida. Ella más cautivadora que nadie. Ella más valiosa que mil Joyas. Ella más hermosa que todas las que ha visto. Ella la...