Yelena:
La ropa era escasa. La tensión sexual se sentía a kilómetros y era tan excitante. Solo éramos dos almas perdidas con ganas de besarse y quién sabe, puede que algo más.
El concierto estaba por darse y tenía que hacer algo porque ya tenía ganas de quitarle esa corbata, y claro, esos tirantes que marcaban todo su abdomen. Él me miraba con deseo. Seguramente yo también lo hacía.
El tomó el control, como siempre. Pero había algo en mí que tenía un poco de miedo. Bueno, era mi primera vez, quien no tendría miedo.
No me percaté que el chico de corbata ya estaba introduciendo sus dedos por mi maravillosa "cosita", perdón así le digo.
–Mmm...ya basta, hay que ir al concierto…- Jadeando
Nunca tuve la necesidad de tocarme pero la verdad se siente bien. Y más si lo está haciendo el chico de manos habilidosas. El desgraciado estaba sonriendo y más con mis gemidos. Agh
Unos ruidos que se escuchaban afuera de la casa del árbol nos alertó. Pero con la adrenalina y las ganas de avanzar a algo que nos dé más placer no pudimos parar.
El se levantó, cerró la puerta y apagó las velas que estaban ahi para iluminar un poco.
–Ya nadie nos podrá molestar linda- Con una sonrisa enorme y sus ojos posados en mis labios.
Yo lo agarré de la corbata y me senté en sus piernas. Lo tiré para atrás y me coloqué en su miembro. Empecé a dar pequeños saltitos. La fricción de nuestras partes era tan excitante. ¿Ya cuántas veces dije excitante?.
Y más exitante era ya que los dos solo teníamos la pequeña lencería que nos dieron para el concierto.
El gemía tanto que tenía miedo que nos escuchen. Así que lo callé con un beso. Digo, no pueden poner en primera plana que dos miembros de una banda estaban a punto de no poder caminar por una semana.
El me empezó a sacar mi hermoso sostén. No esperó y me dejó abajo de el.
Mis pechos estaban a su plena vista. Los chupaba, mordía y besaba. Sus manos eran tan avilés. Los gemidos y jadeos no eran la excepción.
Pero yo también quería tener el control. Así que empecé a bajar mi mano, recorriendo todo su abdomen hasta llegar a esa parte. Si, la que todos hablan.
Me escabullí entre su boxer y encontré esa cosa que tanto deseaba.
El se dió cuenta pero solo seguía con su trabajo.
Lo agarre con una mano y empecé a hacerle cositas sucias.
–Ahh ....Yelena- Los gemidos de el chico guitarrista y cantante era todo lo que quería oír.
Pero todo acabó cuando Gian nos llamó, ya que nuestra banda era la siguiente.(Aviso) esto solo es un adelanto, no es el primer cap de la novela
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Coronas de papel
RomanceUn pequeño grupo de amigos decide crear su propia "banda" la cual se distingue por usar unas distintivas coronas de papel. Este se conforma de una chica la cual se llama Yelena, es escritora de una famosa aplicación de libros virtuales. También escr...