Nos hemos ignorado desde aquella tarde, ahora te necesito más que antes. Te he mandado carta explicandote lo que me pasa, te he dicho que te extraño, te he explicado mi dolor a cada detalle... pero tú... tú las ignoras como si fuera cualquier bolante publicitario que te dan en la calle, es más no creo que hallas leído mis cartas, en muchas de ella te mencioné que me iba, que algún día tomaría un camino sin regreso y tú no lo sabrías, que una de esas cartas sería mi carta de despedida, que cuando leyeras esa carta te arrepentirías de haberme ignorado.
Ese día llegó, escribí la carta del adiós, esa carta donde volvía a repetir lo que llevaba años escribiendote en las cartas que te envié, solo que en esta iba algo diferente.... te di tiempo, te esperé.... te esperé hasta que ya no pude más y entonces... salté.