Te encontré aquella tarde.
Cuando te vi no pretendía enamorarme, pero lo hice después de ver tu sonrisa.
En ese momento me di cuenta de que el primer amor no siempre llega en orden,
Y fue justo ahí donde supe que el corazón no sabe lo que quiere hasta que lo tiene en frente.
Ahora te busco en todos lados para llamarle casualidad a estas ganas de verte;
Porque eres lo que para nada buscaba pero a gritos necesitaba.
¿Destino o casualidad? Me da los mismo, el resultado es el mismo, yo a tu lado.
Y nos damos cuenta de que tuvimos la suerte de encontrarnos alguna vez en esta vida.