¿Q𝚞𝚒𝚎𝚗 𝚕𝚘 𝚍𝚒𝚛Í𝚊? 𝚌𝚊𝚌𝚑É 𝚐!𝚙.

10. 𝙀𝙇 𝙎𝙐𝙀Ñ𝙊.

Joder, tonta peliazul que siempre a sido mi debilidad.

—¿Que voy hacer contigo Poché?

Lancé la pregunta al aire y me acosté al lado de Daniel a quien acomode en una forma más cómoda y apague la luz para poder descansar. En eso Poché tenía razón, mi cuerpo y mi mente necesitaban descanso.

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—¡¿Por qué lo hiciste?! — grité con fuerza sintiendo las lágrimas en mis ojos — ¡¿Por qué eres tan miserable al engañarme de esta manera?! — sentía como rodaban mis lágrimas por mis mejilla y con rabia me las quite..

Samuel solo se rió de mi y como si no le importara nada de lo que yo estaba sintiendo se volvió a besar con Lucía quien solo se burlaban de mí.

—¡Lárgate Samuel! ¡Lárgate de mi vida y no vuelvas más! ¡Eres un miserable de mierda! — dije y me acerque para golpearlo pero el detuvo mis acciones sosteniendo mis manos.

—Ni se te ocurra tocarme maldita, no tienes ningún derecho de hacerlo, mi vida es mía y esta casa también, así que hago lo que se me de la gana — dijo apretando con fuerza mis manos — ahora quiero que te largue con el bastardo de tu hijo y no vuelvas nunca — dijo y me saco mientras me daba algunos golpes y me saco de la casa con Daniel en brazos — ¡Lárgate de aquí! — gritó y después me tiró la puerta en la cara.

—¡Samuel no me hagas esto! — grité tocando la puerta con desesperación.

—¡Lárgate! — grito desde adentro.

Mientras lloraba ví como todo el mundo se burlaba de mí, me gritaban y me lanzaban cosas.

—No por favor no.... — dije y ellos solo me veían mal y sentían lanzandomé cosas — ¡Nooo....

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—....Nooooo! — grité al despertarme y me senté de golpe en la cama.

Estaba sudando, tenía lágrimas recorriendo mis mejillas y sentía una opresión fuerte en el pecho. La puerta de la habitación se abrió y...

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•P'ov Poché•

Al dejar a Calle en la habitación baje de nuevo a la primera planta de la casa, tenía dos almohadas y una sabana las cuales deje en el sofá y me senté sacando de debajo de este aquel sobre que tenía mi destino.

Morir.

Lo abrí y saque todos los informes que habían, los cuales leí cuidadosamente y definitivamente tenía posibilidades de sobrevivir.

Pero...

¿Para que? ¿Para seguir sufriendo y seguir perdiendo a personas que amo?

Joder no.

Suspiré cuando la imagen de Calle apareció en mi mente, ella estaba tan sola he indefensa en ese parque que yo simplemente no la pude dejar ahí, menos si tenía a ese angelito con ella. ¿Que pensaría ella si supiera lo de mi tumor?

No puedo negar que al verla otra vez mi corazón salto con emoción en mi pecho, cosa que no entendía, yo no siento nada por ella ¿Verdad? No, claro que no. Calle me lastimo mucho en un pasado, mató todos los sueños de amor que yo tenía y eso era algo que me había dolido mucho en su momento.

Pero verla así simplemente hizo que mi sentimiento de protección saliera y que quisiera que no le pasará nada, a pesar de todo ella no se merece nada de lo que está sufriendo y mucho menos ese pequeño que está conociendo al mundo, no es justo que lo primero que conozca del mismo sea la parte mala.

Guarde de nuevo aquellos documentos y el sobre decidí esconderlo en mi estudio el cual estaba completamente desordenado y tenía muchas cajas sin desempacar. Mañana me encargaría de todo eso y de arreglar las otras dos habitaciones para Calle y Daniel.

Salí de ahí y como no tenía sueño decidí salir al patio donde me quedé observando la piscina. La luna se reflejaba en ella y eso me aportó un poco más de tranquilidad, por lo menos por ese momento. Quité mi ropa y solo me quedé en bóxer, sin pensarlo me lance a la piscina intento sacar todo pensamientos de mi cabeza. Mi tumor, la decisión que debo de tomar, Calle...

Calle. ¿Por qué tuvo que aparecer justo ahora? ¿Por qué justo ahora que yo ya no quiero seguir luchando? ¿Por qué tuvo que aparecer ahora y en ese estado donde no puedo evitar sentir querer protegerla de cualquier cosa que le pueda hacer daño?

Después de nadar durante más o menos tres horas salí de la piscina y me cambié de bóxer para después ponerme de nuevo mi pijama, o por lo menos el mono de esta ya que estaba haciendo mucho calor como para ponerme la camisa. Me adentre de nuevo en la casa y cerré la puerta corrediza, me fui de nuevo al sofá y ahí me acosté pensando en lo mucho que había cambiado mi vida en los últimos tres meses, la perdida de Sofía... Pensar en ella hizo que se me apretara el pecho, ¡Joder! ¿Por qué se tuvo que ir? ¿Por qué la vida me la tuvo que quitar de aquella forma? Ella no se merecía aquel final.

No sé en qué momento o como, pero pude conciliar el sueño y simplemente me quedé dormida.

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—....Nooooo!

Me desperté al escuchar un grito, sabía que era de Calle así que sin pensarlo dos veces subí corriendo por las escaleras y entre en la habitación encontrandola sentada en la cama con sus ojitos llenos de lágrimas las cuales resbalaban por sus mejillas, sudada y con la respiración agitada. Me acerque a ella y me senté a su lado mientras la envolvía en mis brazos, estaba temblando y solo se aferró a mi mientas seguía llorando desconsoladamente.

—¿Que paso Calle? ¿Por qué estás así? —pregunté preocupada mientras acariciaba su cabello para que intentará tranquilizarse — ¿Tuviste una pesadilla? — asintió y yo solo la abrace más — todo va a estar bien tranquila, te prometo que todo va a estar bien y aquí voy a estar para ti — dije en su oído y ella poco a poco se fue calmando aunque las lágrimas no cesaban.

—N-no te vayas P-poché — dijo aferrándose más a mi y yo no supe cómo reaccionar ante eso.

—Esperaré hasta que te duermas tranquila — ell asintió y me acosté a su lado acariciando su cabello y diciéndole cosas tranquilizadorás.

Después de un tiempo sentí como su respiración se volvía pausada, señal de que se había dormido y con cuidado me deshice de su agarre y la arrope dándole un beso en la frente para después salir de la habitación he irme de nuevo al sofá donde rápidamente volví a quedarme dormida.

Aqui les dejo otro capítulo mis amores, espero que les guste.
🧡🧡🧡