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Carta 1:

Todavía me acuerdo la primera vez que te vi; entraste a mi casa como si fuera la tuya, yo te admiré desde lejos, en las escaleras, mientras le sonreías a mi mamá y te ganabas a mi familia entera.

Incluso a mi me ganaste ese día, aunque yo ni bajé a saludar. Ese viernes yo estaba hecha un desastre por haber estado estudiando todo el día y no me sentía digna de admirar por alguien tan perfecto como vos. Entonces decidí sólo mirarte desde lejos.

El mejor amigo de mi hermano, deseé desde lo más profundo de mi corazón que volvieras algún día a casa, así podríamos conocernos.

Sólo esperaba que la próxima vez yo ya estuviera lista para presentarme.

Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora