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-Okey. Hagamos esto.- propone, teniendo la atención del otro.- Vamos a respirar...1...inhala 2...exhala 3...inhala 4..

-Se realizar ejercicios de respiración, sin contra.-  Corta la numeración, como las respiraciones profundas que daba el mayor.

-Lo se, solo, antes, quiero decirte algunas palabras.- se coloca correctamente frente a él, viéndolo a los ojos y comenzando a hablar, tranquilamente.- Estoy orgulloso de ti. Se que todo el proceso es difícil y tardará, pero quiero decirte, que te amo. No pretendo cambiar nada de ti, solo busco que puedes estar realmente bien en tu vida. Admiro la valentía que tienes y respeto los cambios que desees hacer en tu vida, y los que no. -termina, sonriendo y besando los cabellos azabaches.

-Piensas que me rechazaran, nuevamente...¿Verdad?-pregunta, con una ceja en alto.

-No... solo, por favor. Evita hablar de ese tema...¿okey?

-Lo intentaré, pero no es mi culpa que todos estos individuos no acepten los hechos.- asegura, alzándose de hombros.

El mayor solo le quedó asentir y seguir al azabache, quien emprendió camino por el pasillo del lugar. Caminaron hasta la sala de espera del despacho en especial. Dejando solo al pálido, el mayor se quedó en espera de que todo saliera bien. Tomó asiento en unos de los sillones y se dispuso a leer una revista de recetas de cocina navideña. Jeon entró y rápido se desplazó hasta el sillón de dos plazas, frente al de una, donde se encontraba una rubia observándole atentamente.

-Buen día... supongo que eres Jeon Jungkook.-corto el silencio, viendo el rostro inexpresivo del menor.

-Lo soy. Debe tener mi nombre en su agenda. Estoy a tiempo y en el sitio indicado. No sería congruente que no sea Jeon Jungkook. - manifiesta, alzando su mentón. Demostrando autoridad.

-Bueno... tienes razón. -acepta dudosa. Toma una postura más recta en su asiento y prosigue.- Dime Jungkook...¿Porque estás aquí?

-Debería de saberlo. Mi padre organizó una consulta con usted antes. -señala.

-Si que lo hizo. Y en ese momento me parecía extraño, pero ahora veo porque. -dice alzando sus cejas, acomodando su cabello.- Bien Jungkook. Dime ¿Porque has tenido problema para encontrar psicólogo?

-Usted es mi psicólogo número 7. Los anteriores sujetos terminan la sesión conmigo y después le dicen a mi padre que no pueden trabajar conmigo, por mis forma de prensar e ideologías.- explica.

-¿Que pensamientos podría intervenir en una sesión? Los ideales no deben intervenir cuando se trata de ayudar a una sanacion y crecimiento personal.- opina, viendo cómo el azabache hace mueca de concordar.

-Exacto. Y me cuestiono lo mismo. -da la razón, explicando su postura.- Yo sólo mencione que la psicología no es ciencia. No se trata de algo certero. La psicóloga se basa en la adivinación. Claro, intervienen algunas prácticas, como la lectura del lenguaje corporal, los estudios antropológicos, que son certeros y basados en hechos. Estos para explicar algunas aptitudes de grupos sociales, como tener atención y cuidado de los detalles. Pero no es una ciencia. Alguien no puede tratar algo tan abstracto como lo es la mente. Porque el razonamiento es distinto, ese pertenece a la rama de psiquiatría. La cual consiste en estudios más precisos.

La rubia lo observo atenta, siempre estudiando las palabras con las que se dirija, la manera en que se expresa, la evasión del contacto visual, su postura destilando dominio. Y sobre todo, como enmarcaba los hechos. Sonrió, apenas alzando una de sus comisuras y lo dejó hablar, sin interrumpirlo. Dejo la libreta que tenía en su regazo, en la mesa de lado. Cambio su postura a una más tranquila y relajada. Una pasiva, sin buscar ser invasora, dejando que el azabache notara esto, para que de igual forma, una inconsciente, baje la guardia.

BREATHE //KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora