Capitilo 016

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Con las llaves del coche en mano salí de el lugar.

Camine por la banqueta con dirección al coche de mi mama.
La verdad ya estaba algo oscuro, hay se ve como me cuida mi querida madre, me manda a la calle sola en la oscuridad, con riesgo a que alguien me robe y me viole brutalmente.

Pero en fin, llegue y abrí la puerta del carro y sólo metí la mitad de mi cuerpo para poder alcanzar la cosmetiquera de mi mama que estaba en el asiento del copiloto. La tuve en mis manos y cerré de nuevo la puerta colocando la alarma.

Me gire sobre mis pies y camine al salón nuevamente. Iba caminando por la banqueta y pude notar que alguien venía caminando en dirección contraria ósea hacia mi, con la cara agachada. Como estaba algo oscuro y no había mucha iluminación no le veía la cara.

Narra Alonso

Terminando el ensayo me dirigí a mi casa por unas cosas y posteriormente me a una pizzería ya que hay me había quedado de ver con los chicos para desestresarnos un poco. Y que mejor manera de desestresarce que comiendo la exquisita pizza.

Llegue a el estacionamiento de la pizzería pero me lleve con la no muy grata sorpresa de que no había lugar para estacionarse.
Termine estacionando mi coche dos cuadras lejos de la pizzería.

Ya ni modo a caminar.

Caminar por la banqueta no era tan aburrido sí iba pensando en Emma. Ya estaba algo oscuro. A duras penas se podía ver a mi alrededor.

Deberían de poner un farol aquí. No les cuesta nada.

Mientras miraba al piso porque iba contando las rayitas de la banqueta, ya se sigo siendo infantil. No me juzguen.

Algo me hizo alzar la mirada y me quede en shock viendo al ángel que venía justo enfrente de mi. Sí me refiero a ella, mi vecina. Siempre la veía de lejos pero ahora está por pasar justo enfrente de mi. Que ironía ¿no?.
En mi mente una voz me retumbaba y decía cosas como: ¿QUE HAGO?¿Viene hacia mi?¿Le hablo?¿No le hablo?¿Y sí me ignora? O cosas así. Ya a unos metros de distancia le sonreí y ella me devolvió la sonrisa pero algo tímida.

Fue entonces mi entrada para hablarle.

-amm hola-genial Alonso habla más fuerte ¡como hombre!-¿tu eres mi vecina no?-hay pero que imbécil Alonso ¿no se te pudo ocurrir algo mejor?.

Ella sólo se detuvo frente a mi, como que la sentí nerviosa porque sólo se me quedo viendo. ¿Será muda? No lo creo, no me contestaba y se puso tan colorada como un tomate. Genial me acorde de Emma.

-amm ¿hola?-moví mi mano frente a ella.

-hola-me contesto con una voz tan delicada, tímida y cortada en un tono bajito.

-por un momento creí que eras muda o algo así-reí. ¡Que idiota eres! ¿Cómo se te ocurre decirle eso??.

-perdón-suspiro-no sabía que contestar-dijo con tono bajito y nervioso.

Un simple hola tal ves ¿no?.

-soy Alonso ¿y tu?, sí no mal recuerdo tu eres la chica que se acaba de mudar a la casa de alado ¿no?-le sonreí, sentía que así era la única manera de hacer que dejara de estar nerviosa.

-si soy yo-río y se puso más roja.
Creo que me equivoque.

-oye... ¿que haces sola tan noche en la calle?, no es por nada pero te pueden robar-oh genial la hice reír.

-ah es que estoy con mi mama en una comida y salí por algo al coche-me respondió como que un poco más tranquila.

-oh ya veo, pues yo vengo aquí a la pizzería que está en esa esquina-señale la pizzería-se supone que mis amigos me están esperando ahí.

-bueno amm ya me tengo que ir, mi mama ya se ha de estar preguntando porque estoy tardando tanto-dijo mientras movía un pie.

-ah sí no te preocupes, ¿te parece sí luego voy a tu casa y hablamos?-¿muy directo? Muy directo.

Ella se quedo pensativa y sus mejillas se pusieron más coloradas.

-amm si-dijo algo dudosa.

Me atreví a despedirme de ella de un beso en la mejilla. De las mejores cosas que hay en el mundo es sentir el hermoso olor de una chica y sentir su muy suave piel.
En fin después de ese beso se marcho. Y yo me dirigí a la pizzería.

Un mensaje y un pequeño cambio [Alonso Villalpando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora