Capitulo 023

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Llegamos al fraccionamiento, Alonso estacionó su coche frente a su casa, bajó y rápidamente me abrió la puerta.

-bueno pues llegamos-le dije sonriendo.

-un hermoso día a tu lado-tomo mi mano.

Me chivie un poco.

-ya se, ¡nunca me había divertido así! Te juro que este fue uno de los mejores días-dije sonriendo.

-oye enserio, me emociona la idea de que vivas justo a lado-dijo riendo.

-amm ¿porque?-dije de nuevo intentando alzar una ceja.

-porque ahora ya podré verte todos los días-soltó un gran suspiro.

-eso será hermoso-le sonreí.

-lo se... oye ¿porque esta todo oscuro en tu casa?-me pregunto.

-amm porque mi madre no esta, anda en Guadalajara arreglando cosas del trabajo ya sabes, y según llega en la noche pero conociéndola llegara mañana-le conteste.

-y entonces... ¿No gustas invitarme a pasar?-dijo Alonso con cara de pillo.

-no creo que quieras.. Con todo esto de la mudanza está todo patas para arriba-dije riendo.

-¡no importa!-exclamo.

-bueno se le advirtió eh-reí.

Caminamos hasta mi casa que no fue gran cosa. Saque las llaves y abrí la puerta. Entramos y encendí la luz.

-sabes yo entraba aquí de chico, esta casa siempre ah estado sin ser habitada-dijo Alonso sonriendo.

-Wow eso fue hace miles de años-dije en forma sarcástica.

-¡oye! Tampoco estoy tan viejo-río.

Reí y acomode mi cabello un poco-¿y a que te metias aquí si estaba abandonada?-le pregunte.

-pues ya sabes como todo niño me gustaba jugar y explorar-guiño y saco su legua, gesto tan típico en el.

-hay desde chico eras bien tremendo-reí.

Río divertido-De hecho dicen las malas lenguas que según esta casa esta embrujada, que por eso había estado mucho sin ser habitada-dijo con voz fantasmal queriendo me asustar.

-hay aja-le dije en forma de sarcasmo.

-¿ah no me crees?-puso cara de pillo.

Reí-nadita, nadita-dije riendo.

-¿sabes tu que les pasa a las personas que no me creen?-dijo acercándose a mi.

-amm no.. ¿Que les pasa?-dije sarcásticamente.

-las visita el ¡MOUSTRO DE COSQUILLAS!-dijo eso gritando y comenzó a corretearme por toda mi sala.

-no no no no no ¡Alonso!-dije mientras trataba de que no me alcanzara. Odió las cosquillas.

-lo siento, se le advirtió-dijo entre risas.

No sabía para donde correr, sólo lo hacia en círculos por mi sala. Por un lado no quería que me hiciera cosquillas porque soy demasiado cosquilluda. Pero por otro lado era divertido.
En una vuelta que di al mueble Alonso hizo trampa y se brincó por arriba de el y me alcanzo. Me tomo por la cintura y comenzó a hacerme cosquillas. Eran tantas que me tiró al piso y aun no paraba. Yo le decía que ya, ya no podía. Obvio me estaba riendo por las cosquillas.
En un movimiento se le dobló el brazo y como ya estaba encima de mi prácticamente callo aun más sobre mi quedando frente a frente.

Se hizo un enorme silencio... Tenía a Alonso tan cerca que sentía su respiración, ver sus labios frente a los míos era tan tentador. Me perdí en el mar tan azul de sus hermosos ojos. Comenzamos a acercarnos más, mis ojos y los de el se cerraban lentamente, literal sus labios ya comenzaban a rozar los míos. Cuando sonó mi celular, era una llamada. ¡Genial! ¡Arruino el beso!, pensé.

Un mensaje y un pequeño cambio [Alonso Villalpando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora