La lista de deseos

Capitulo 11

Callie

Arizona

Después de aquella noche loca había pasado una semana, una semana en la cual callie no me dirigía la palabra ámenos que fuese para trabajar esta me evitaba a toda costa

— Al parecer tienes que ir al juzgado— dice April pasándome un papel

— ¿y esto? — preguntó confundida

— la jefa —dice está refiriéndose a callie

Estaba muy enojada tome el papel y me dirigí a la oficina de callie entrando sin pedir permiso

— PORQUE NO VAS TU Y ENTREGAS EL MALDITO PAPEL

— sal y pregunta si se puede pasar — menciona  sin mirarme

—¿ QUE ?

— hazlo y te pongo atención — salí de la oficina y toque la puerta

— adelante

— ahora sí, me dirás porque no me diriges la palabra

—¿ ya fuiste al juzgado? —dice aún si ponerme atención

— CALLIE POR UN DEMONIO MÍRAME — en ese momento me miró

— Arizona baja la maldita voz

—¿ Y SI NO QUE ?

— te follare aquí hasta que te arrepientas de hablarme así — En ese momento me quedo sorprendida esperaba todo menos eso

— Arizona te llevo evitando toda la semana porque trato de contener estas ansias de ponerte  a gemir

— ¿estás jugando conmigo? — digo riéndome sin creer ninguna palabra de lo que me dice

— yo no juego — dice tan seria que trago saliva

— entonces le pongo seguro a la puerta — está asiente y de inmediato lo hago

Esta tira las cosas que están en su escritorio para luego subir mi cuerpo en este, nuestros labios se unen en un beso apasionado mi corazón está acelerado, rompe mi camisa dejando mi sostén al aire, saca un seno de este para luego meterlo a su boca  jadeé al sentir su lengua tibia jugar con mi pezón

Mete  su mano debajo de mi falda para estimular mi coño por encima de la tela de mis bragas , haciendo que diera pequeños jadeo,  baja mi cuerpo de el escritorio para luego darme la vuelta y pegar mi pecho contra el escritorio, mis piernas quedaron abierta y esta levanta mi falda, para luego bajar mis bragas

Sus dedos entran en mi coño de forma suave para luego tornarse agresiva, estos entran y salen haciendo que tape mi boca
Sus embestidas son cada vez  más fuertes y siento que mis piernas no aguantan más, otra embestida más y me corro en sus dedos, esta nalguea mi trasero dos veces

— no te muevas — menciona, para luego buscar papel y limpiarme subió mis bragas y yo retome mi postura

— eso fue increíble — dije tratando de controlar mi respiración agitada

— ve al juzgado — dice está  parando las cosas que tiró al suelo

— como ordene jefa — digo tratando de salir de aquella oficina pero al ver que mi camisa no traía botones la mire

— ¿qué pasa ? — pregunta notando que no salía

— mi camisa no tiene botones

— lo siento, en mi baño tengo una puede ponérsela — voy a hasta su baño y tomo una camisa negra

— mmm, Callie esto es negro y mi camisa es blanca — esta se acerca a mi con una tasa de café derrama el líquido tibio en mi camisa

— CALLIE — digo frunciendo el ceño

— ya tienes una excusa válida para andar con mi camisa

— derramaste café en mi seno, tendré que limpiarlo  — esta quita por completo mi camisa y luego pasa su lengua por donde está el café  derramado

— listo, ya puede ir al juzgado — me pongo la camisa y salgo de la oficina dirigiéndome hacia la de April

— Arizona esa no es tu camisa

— tropecé con la jefa y terminó echándome una taza de café encima así que me prestó esta — digo recogiendo mis cosas

— ¿adonde vas ?

— al juzgado

— cierto, nos vemos luego

———