La lista de deseos

Capitulo 22

CALLIE

— Escucha saldremos de esta, seguro ya se dieron cuenta de que estamos atrapadas aquí

— ¿y si no? — dice está aferrándose a mi brazo

—  ey tranquila, saldremos de aquí

— vuelve a besarme — sin más la vuelvo a besar , la tomo por la cintura llevándola hacia el final del elevador

Elevó su cuerpo dejando sus piernas alrededor de mi cintura, mis labios uníos a los de ella con ferocidad, sostengo su cuerpo con una de mis manos para meter la otra bajo su falda, aprieto su trasero haciendo que esta jadeara  entre mis labios

Bajo su cuerpo y lo volteó haciendo que esta se sostuviera de los tubos del elevador, abrí sus piernas lentamente subí su falda y lentamente bajó sus bragas

Lleve mi lengua hasta su muslo, lentamente la fui subiendo hasta su trasero, mi lengua en su ano subiendo y bajando, mis dedos entraron en su coño sin pudor moviéndose con rapidez
Los gemidos decoraban  el lugar, mis dedos en su coño, mientras mi lengua se movía alrededor de su ano y en el centro de este

Ambas estábamos tan concentradas que no nos dimos cuenta de que la puerta  del elevador se había abierto

— ARIZONA — gritó una voz, ambas nos separamos al instante, Arizona dio un pequeño quejido por la forma que salieron mis dedos de esta

— MA...mamá— dijo Arizona con algo de vergüenza

— TU ESTÁS EN EL PAÍS Y NO TE MOLESTAS EN  LLAMAR A TUS PADRES Y AHORA TE ENCUENTRO EN UN ELEVADOR CON UNA CHICA COMIÉNDOTE EL CULO

— MAMÁ, LA ÚLTIMA VEZ QUE NOS VIMOS ME ECHASTE DE CASA ¿COMO QUERÍAS QUE VOLVIERA?

— podemos salir de aquí — dije interrumpiendo la pelea entre estas dos
Ambas salimos del elevador

—  NO TE ECHAMOS DE CASA, TU DECIDISTE IRTE

— ME DIJERON QUE DEBÍA ELEGIR ENTRE MI NOVIA O USTEDES,  A MI ME PARECE QUE ES LA FRASE PERFECTA CUANDO SE TRATA DE ECHAR A TU HIJA DE CASA — Arizona ya empezaba a subir la voz más de la cuenta

— Señora Robbins, supongo que vino aquí por algo, así que ¿cuál es el caso ? —preguntó desviando el tema

— podemos hablar en privado — dice está mirando a Arizona

— esta bien, vamos arriba

— pero no por ese elevador

— tranquila iremos por las escaleras — esta asiente y ambas empezamos a caminar por las escaleras hasta llegar a mi oficina
La señora Robbins entró, y ambas nos pusimos cómodas

— bien señora cuente porque vino hasta aquí y porque a la hora de cerrar

—¿Eso hacen ustedes aquí cuando cierran ?

— a que se refiere— dije  incrédula

— digo que sí cuando cierran van directo a coger, sus ganas son tan fuerte que no se pueden controlar

— ¿podemos olvidar esa parte? — mencioné con nerviosismo

— cómo cree que olvidaré esa terrible imagen que ronda en mi cabeza

— ¿me dirá que la trae  aquí sí o no ?

— quiero los papeles de divorcio y quiero que todo se quede a mi nombre, sin separación de bienes

— porque se quiere separar , debe haber un motivo por el cual su esposo tiene que, quedarse  sin nada — esta me pasa un sobre

Al abrirlo trague grueso con lo que me había encontrado su esposo siéndole infiel con otro hombre

— ¿Puede decirme cuál de los dos es su esposo? — está señala uno de los dos hombres confirmando que era el padre de Arizona

— bueno, ya  que estamos cerrando vuelva mañana, me quedaré con la prueba y después de mañana hablaremos de ir a ver un juez, vale

— escuche, siempre consideré apoyar a mi hija, porque su sexualidad no le quita que sea mi pequeña, pero su padre insistió tanto en que Arizona tenía que tomar una decisión que me deje llevar, estaba siega nunca me di cuenta que el quería ocultar su verdad rechazando a su hija — esta empezó a llorar, así que le pase algunos pañuelos

— tranquila seguro podrá hacer las paces con su hija

— usted misma vio que ella me odia

— pero si le explica ella quizás lo entendería

— ¿usted cree ?

— no conozco a Arizona lo suficientemente bien, pero estoy segura de que lo entenderá

— ¿no la conoce bien y le estaba comiendo el culo?

— bueno lo nuestro es complicado, es todo lo que le puedo decir, ammm Arizona y yo no hemos tenido muchas charlas normales pero se que ella tiene un muy bonito corazón — digo con una pequeña sonrisa

— gracias, mañana temprano estaré en su oficina— dijo está retirándose y dejándome sola
No pasaron ni 20 minutos cuando Arizona entró a mi oficina

—¿ dime que te dijo?  ¿Qué necesitaba?

— primero que nada no tocaste la puerta y segundo pregúntale a ella

— no ves que ella y yo no tenemos una buena relación

— mmm eso veo pero si hablas con ella quizás las cosas mejoren

— si claro, como tú no fuiste la que sus padres la rechazaron por lesbiana

— cálmate Arizona, no me concierne y punto

— vale

— escucha, ¿por qué no puedes ser solo mía, porque quieres que te comparta con Carina?

— porque carina puede ser solo mía — dijo está saliendo de mi oficina

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