Alucinaba puede ser. Veía todo borroso, no distinguía dónde estaba, pero todo me parecía conocido, era como estar en la misma calle, solo que nada era igual, era como otro mundo. Surreal, esa palabra puede definir bien lo que veía y sentía, era de noche, una noche muy distinta a la que alguna vez ví, todo se veía tambaleante, o talvez era porque mi avancé lo era un poco, miraba mis manos, estaban manchadas de rojo, rojo carmesí, rojo sangre.
Intente entrar a la casa, la que lucia un poco diferente, pero pude reconocer. Al intentar girar el picaportes, mis manos resbalaron por la cantidad de sangre que las deslizó al intentar abrir la puerta. Cada vez veía menos, no sabía ni siquiera a do de me dirigía, pero de un momento a otro, ya no veía nada. De la nada Vi de nuevo, pero está vez habían dos de mí, una en el suelo, vestida como en el pasado, no se mueve, solo tiene los ojos cerrados, parecía que dormía. La otra soy yo, puedo ver a la otra, la que no se mueve, no entendía que pasaba, pero allí está de nuevo ese sujeto, arrodillado delante de esa otra yo que estaba en el suelo.
Se ve destrozado, parecía querer despertar a esa otra yo, pero no podía. Había un charco de sangre, que reclamaba su lugar por todo el piso, podría decirse, podría hablarle, pero de verdad no podía, no me prestaba atención.
El frío tacto con el piso no me hizo soportar más, abrí mis ojos y de nuevo estaba allí, en esa biblioteca. Instintivamente puse mi mano izquierda en mi cintura, como si buscará algo, rápidamente me di cuenta de que solo soñaba, lo que me alivio mucho. Había una parte del sueño que se desaparecía, era una leve noción, como una neblina que se esfumaba con el viento frío. Podía recordar la cara de un hombre, que con cuchilla en mano se abalanzaba a mí, recuerdo que de un costado, saque aquel objeto, lo miraba para luego tirarlo al piso, y levantar mi mirada para ver cómo aquel sujeto emprendía su huida. La cara de ese sujeto se esfumaba de mi mente, así que muy rápidamente me levanté a buscar papel y lápiz, para retratar el rostro del tipo, antes de que se fugara de mi mente.
Ví el reloj que traía en mi muñeca, eran las 4:45 AM, así que supuse aparecería, pues era su hora favorita para manifestarse. Aparte mi atención solo por un instante de el boseto, para llamarlo.
- ¿Estas aquí? - Pregunte, a lo que obtuve de respuesta, una brisa fría proviniente de la ventana - eso es un si - me respondi a mi misma.
- Que bien te ves dormida - Comento detrás de mi antes de que yo volteara.
- Agradecería que no me vieras siempre - le respondí mientras me levantaba de la silla para verlo.
- ¿Te molesta? - me preguntó mientras se acercaba a ver lo que yo había dibujado.
- Si y no - le respondí dejándolo con una cara de Confusión - es decir, es extraño saber que en cada momento del día, te están observando ¿Ni crees? - le aclaré cruzandome de brazos.
- Pude ser, pero no puedo evitarlo - dijo con una sonrisa cálida. Luego de eso, tono el boseto y se llevó una mano al mentón, como si analizará ese retrato.
- ¿Que tiene de malo? - le pregunté al ver la expresión que traía. Tenía una ceja levantada, en un gesto de disgusto.
- ¿Usted o el retrato? - me respondió con otra pregunta, apenas y levantanado su vista del papel.
- ¿Que tengo yo de malo? - Pregunte a la defensiva, pues eso me pareció una ofensa, además de que si yo tenía algo malo eso no era problema suyo.
- Traes ojeras ¿No te has visto al espejo? - Me aclaro con cierta sonrisa. En serio creí que diría algo que yo consideraría una ofensa.
- ¿Y como no? No me dejas dormir bien - le reclamé, si tenía ojeras era su culpa, pues se aparecía a media madrugada solo a despertarme.
- Perdón, pero te necesito - murmuró, apenas y pude escuchar esa frase.
- Fuiste tu ¿verdad?.....
- ¿Que?...
- Fuiste tu quien me hizo soñar eso, debiste serlo, no creo que haya Sido casualidad - le expliqué, para que me dijera el por qué lo hizo.
- Yo no he hecho nada, aveses los recuerdos llaman para ser escuchados y apreciados de nuevo - me explico mientras ponía el dibujo sobre la mesa de nuevo, y quitándose la mano de él mentón, para llevar ambas tras la espalda, dándole aires de superioridad, haciéndome sentir como algo tan pequeño y mísero delante de él, sumado a lo que dijo a continuación - Las casualidades no existen, eso es una invención para hechar la culpa de fechorías. Pero si existe la causalidad, que son las acciones que llegan gracias a causas, osea cosas causadas que llevan a otras.
- Ah ya.... - me límite a decir, al escuchar mi propia respuesta tan vasia a comparación con la explicación que me dió él, me sentí como ignorante.
- Se acerca al fin de ésto, tendrá lo que quieres y todo abra acabado - comento de pronto.
- ¿A qué te refieres? - le pregunto tras no entender nada de lo que me dijo. Pero no me respondió, en cambio guardo un prolongado silencio impuesto por el suspenso mismo. Decidí poner un tema para que hablara y dejara en bendito misterio que se traía - ¿Sabes quién es? - le pregunté mientras volteaba a tomar el boseto para enseñárselo. Cuando me di la vuelta para mostrárselo, él ya no estaba - Aveses pienso que no me escuchas en realidad, o solo te burlas de mí - dije al aire un poco ofuscada, y un tanto confundida a la vez.
Continuara.................
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El Espectro
FanfictionLa penumbra susurra la verdad al oído... Un alma en pena que vaga buscado su amada de la otra vida. Un asesinato que cambió por completo la historia de esa casa.