Ambos Kim siendo patinadores artísticos se odiaban a muerte, mientras uno era el día, el otro reflejaba la noche. Un día perdieron todo lo que amaban sin que lo esperaran ¿Fue el destino? o ¿Fueron ellos?
💞 Pareja Principal: Namjin
💞Secundarias :...
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— Esperaba que fuera un chiste.
El reproche en su voz era demasiado notorio, que sin duda alguna se podía catalogar como la de un berrinche. Pero no lo podían culpar estaba muy desconcertado por la situación.
Cuando su entrenador le comunico que viviría junto a Namjoon, no pensó ni por un segundo que esas palabras fuera verdaderas, sin embargo, como últimamente le sucedía erro ante su raciocinio.
A las dos semanas de que el moreno fuera hospitalizado, Min les aseguro que no estaba bromeando con su nueva mudanza, creyó que con entrenar juntos bastaría, no obstante parecía que su mayor no opinaba igual.
Por eso en este momento estaban en la parte trasera de camioneta de Yoongi en camino hacia algún lugar a las orillas de la ciudad, en donde durante los 6 meses de entrenamiento intensivo él junto a Namjoon vivirán en la misma casa.
— No soy tan divertido como supones. — El de cabellos grises que iba al volante lo observo por el espejo retrovisor con burla.
Aparte de estar mudándose casi en contra de su voluntad le tocaba contemplar como su mayor se mofaba de su berrinche. Se cruzó de brazos como un niño pequeño que no conseguía lo que quiere.
El moreno al ver la actitud infantil de su compañero sonrió con ternura, Kim Seokjin era todo un personaje.
— ¿Es realmente necesario? — Por primera vez en todo el viaje se escuchó la voz del Kim más alto. — Digo vivir juntos no sería algo problemático. — Detallo por la comisura de su ojo como su ex enemigo le estaba prestando atención — No te ofendas Kim, pero tú y yo nunca hemos convivido más de lo necesario.
Seokjin asintió en acuerdo ante lo dicho, su ex rival tenía un punto válido en sus argumentos, ellos jamás habían interactuado más allá de las competencias o eventos sociales.
— Parte de tener un compañero de patinaje es la confianza y la convivencia. — Min los observo a ambos con una ceja alzada. — Ustedes dos hace menos de dos años se odiaban a muerte, por mucho que ahora se hayan reconciliado, no poseen las suficientes habilidades o interacciones para ser una pareja de pista.
Bajaron la cabeza ante esa contundente respuesta, puesto que por mucho que buscaron palabras para refutar no podían negar que el mayor tenía razón. No importaba que en esas dos semanas que estuvo el moreno en el hospital, ellos hubieran intentado mejorar un poco su relación, aún solían pelearse por cosas sin sentido que acaban con un golpe por parte del otro.
— ¿Piensas que el vivir juntos lograra eso?
El silencio que se formó en el auto indicaba que era una apuesta de doble filo lo que estaban haciendo, Jin calmando su berrinche entendió que si deseaban ganar, debían poner mucha voluntad en mejorar su vínculo.
La conversación hubiera muerto ahí, con el sonido de los otros autos si no fuera por la tos para nada falsa de su otro acompañante.
— Incómodo. — Una cuarta voz se hizo presente. — Por ese silencio fatal no parece ser un buen plan lo que hacen. — Min contempló con indignación a quien estaba en el asiento delantero, este al ver la mirada del contrario se acercó hasta la oreja del mayor en tanto se detenía observar que los demás no lo escucharan. — Apuesto a que uno de los dos ahoga al otro con una almohada.