Ambos Kim siendo patinadores artísticos se odiaban a muerte, mientras uno era el día, el otro reflejaba la noche. Un día perdieron todo lo que amaban sin que lo esperaran ¿Fue el destino? o ¿Fueron ellos?
💞 Pareja Principal: Namjin
💞Secundarias :...
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— Quiero que seas mi pareja en la competencia. — Tras decir eso un silencio se formó a su alrededor, Jin alzo la mirada hasta encontrarse con la cara pálida de su rival.
— ¿Qué?
Se frotó el cabello en vergüenza al recibir nada más que una mueca de sorpresa por parte del contrario, deslizo sus manos apartándolas de la piel caliente de este en tanto se reprochaba lo estúpido e impulsivo que era.
Bajo la vista hasta sus zapatos en tanto se distanciaba, pero sin salir de la camilla, sus mejillas se tiñeron en rosa al repasar la situación, ¿Qué demonios estoy haciendo? Se cuestionó con molestia hacia sí mismo.
Se mantuvieron en ese estado por unos minutos, Jin se reprochaba haciendo extrañas muecas mientras Namjoon solo lo observaba con curiosidad.
— Seokjin ¿Hablas en serio? — La ronca voz de peli morado se coló hasta sus oídos como si de un salvavidas en medio del océano se tratara.
El moreno aún con la mirada desenfocada por la extraña pregunta logro conectar sus ojos con los del otro Kim, necesitaba saber por qué después de tanto tiempo este le pedía hacer algo como eso.
— Yo........— Dudo uno segundos. — ¿Acaso no lo sentiste? — Las cejas del otro se fruncieron en confusión al no saber a lo que se refería.
— Podrías ser más específico, no entendí.
— Te llego el traje ¿Verdad? — Namjoon asintió en acuerdo — Cuando este estuvo en tus manos no llegaste a sentir ese cosquilleo en los pies al recordar lo que se sentía casi volar mientras te deslizabas por el hielo era algo mágico pasar de una punta a otra en la pista, tus manos no alcanzaron el furor ante la sensación de haber logrado una rutina de manera pulcra tal como la visualizaste tantas veces, incluso el dolor en tus muslos a causa del agotamiento por las múltiples prácticas para que todo fuera más que perfecto, todo eso lo sentí al tocar el traje de lentejuelas que parecía insignificante en esa caja, fue casi surreal el imaginarme con ese atuendo puesto en medio de la pista de patinaje llena de personas que se maravillaban con mi talento, se sintió tan magnífico que me pregunte ¿Por qué no hacerlo?.
En todo el rato que Seokjin hablo no levanto la mirada del suelo, estaba avergonzado por ilusionarse con algo que en el pasado le provoco tanto daño, estuvo la noche anterior a punto de llamar a su psicóloga por un consejo que le ayudara con ese asfixiante sentimiento de competición.
— Es hipócrita de mi parte no admitir que también lo sentí. — La voz calmada del contrario obligó que su cabeza se alzara en expectativa — Aunque no puedo verificarlo a 100% tenía mucho alcohol en el sistema, pero si lo pude percibir, ese anhelo por volver a donde algún día fuimos reyes.
Una sonrisa tímida estiró los gruesos labios de su ex rival antes de confesar algo tan íntimo. Seokjin se asombró por la forma en que el rostro del moreno se trasformó adorablemente con las mejillas rosadas y rascándose la nuca como distracción, por unos breves segundos casi podía visualizar al antiguo Namjoon.
