Ambos Kim siendo patinadores artísticos se odiaban a muerte, mientras uno era el día, el otro reflejaba la noche. Un día perdieron todo lo que amaban sin que lo esperaran ¿Fue el destino? o ¿Fueron ellos?
💞 Pareja Principal: Namjin
💞Secundarias :...
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La nefasta luz de un nuevo día se pegaba con furor a su rostro, sus parpados estaban hinchados y ardían al momento que intento abrirlos sin éxito, en su pecho estaba un ligero peso, creyó que se trataría de alguna chica con la que tuvo sexo en alguna discoteca de las que frecuentaba.
En su garganta percibía mucha sequedad solo siendo comparada como si mil agujas se incrustaran en ella, después de luchar un rato con su conciencia por fin logro su cometido, su vista estaba nublada parcialmente hasta que después de un minuto logro enfocar una pequeña ventana con vista al exterior, el sonido de un irritante pitido se extendía por todo el lugar.
Su cabeza comenzó a proyectar un zumbido algo molesto en el momento que intento levantarse, bajo su mirada hasta encontrarse con una cabeza rubia reposada en su pecho, por la complexión sabía que no se trataba de una mujer, pero no se alarmó, puesto que no sería la primera vez que amanecía con un tipo.
La mano del rubio permanecía sujetando la suya la cual estaba conectada a un catéter, intento retirarla puesto que no le gustaba que lo tocaran, pero al intentarlo ocasiono que el contrario se removiera en tanto afianza más el agarre.
El gran contraste entre ambas pieles se le hizo tierno, su bronceada mano cubría por completo a esos níveos dedos que apresaban su extremidad como si tuviera miedo a que fuera quitada.
Miro a su alrededor reconociendo una habitación de hospital inmediatamente, suspiró creyendo que tal vez se había metido en problemas y recibió alguna paliza en algún bar de mala muerte, toco con la mano que tenía libre su cara en busca de moretones que le doliera, pero no encontró nada.
Frunció sus cejas en tanto se cuestionaba el por qué estaba ahí si no había sido por alguna riña de ebrios, además quien daría el dinero de los gastos, él apenas tenía para vivir.
"Está bien, mantengamos la calma, vamos Namjoon recapitulemos lo que sucedió anoche". Pensó con intriga mientras examinaba esa cabellera dorada apaciblemente dormida sobre si, pero por mucho que se esforzó su mente no le dictaba como es que había terminado en ese estado, por la pinta de la situación puede que ayer se pasó con los tragos y se terminó follando a un hombre, "Él fue el de arriba ¿Verdad?" eso esperaba.
Soltó una maldición cuando su mente en blanco no coopero con sus pensamientos, ese gesto despertó al desconocido en su pecho el cual se talló los ojos sin soltarle la mano, Namjoon se estaba incomodando demasiado, él no era una persona de gestos amorosos y el que ese tipo le siguiera tocando lo tenía inquieto.
El tipo desconocido alzó la cara y como si fuera una película de comedia cursi sintió como el tiempo se hubiera aletargado, el corazón del moreno se agitó en muchos sentimientos entre cruzados al darse cuenta de quien estaba sobre su pecho, sacudió su cabeza en un intento de negar lo que estaba viendo, no era la primera vez que miraba el rostro de Jin en otras personas de cabello corto rubio.
Solo que esta vez la imagen de Seokjin era diferente a sus imaginaciones anteriores, en esta la cara del contrario estaba hinchada con un puchero rosado producto de alguien recién levantado, el peso incluso coincidía con lo que recordaba del rubio.