OBJETIVO CUMPLIDO: MARATÓN 1/3
♥Disfruta del capi♥
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—¡Oh, cielos!
—Escúchalas cantar. Ya no son ellas. Es la tribu originaria. Es el origen de nuestro universo, Dana.
—Oh...
Bajo la luna que brilla,
Está la tierra que respira.
Sangra a punta de lanza,
Desprecio al intruso la anima.
Cuentan las voces del Cielo,
Que un imperio peor avecina,
El enemigo verdadero no es este.
El enemigo verdadero se aproxima.
Está cerca.
Vendrá.
Avanza.
Y arrasará.
Prepara tu mejor comida,
Colócate tus joyas preciadas.
Toma la mano de la persona que amas,
Y échate a dormir para siempre.
El tiempo sabrá vengar tu partida,
Regresarás y serás más fuerte.
Aférrate al compañero que amas.
Y vive un amor legendario.
Maianec sueña con la noche de la venida del renacer de las flores. Con un collar de peonías sobre sus hombros, se ve a sí misma tomando las manos de Kaehn y jurando amor eterno, danzando a orillas del río y cantando en moche la canción que su abuela le enseñó. Un amor legendario.
—Te amo, Maia—asegura él, tomando a su chica por la cintura y admirando la sonrisa radiante en los labios del hombre que más admiró en vida—. No importa cuán duras sean las guerras. Siempre lucharé por ti.
Maianec sintió que sus ojos se humedecían.
—Gracias, Kaehn. También tienes mi vida. Tómala las veces que creas necesario cuando muera. Estaré contigo cada vez que la luna vuelva a brillar. Como ahora. Sólo para nosotros dos.
Y un beso selló una pasión legendaria más fuerte que cualquier batalla.
Maia despierta.
Sus muñecas le arden y los hombros le tiran como el cuero de un animal amenazando con cortarse.
En cuanto escucha los gritos, azotes y oraciones, cae en la cuenta de dónde puede encontrarse.
Pero jamás se imaginó que fuese tan...
Inmenso.
Miles de hombres andan de modo laberíntico hasta un altar con escalones. A los costados, hay cientos de guardias corroborando que se haga cumplir la voluntad del dios de ocho patas que pende de una gran escultura de metal y oro fundido, en las profundidades de la pirámide.
—Ushpa—le dicen en un idioma que desconoce.
Mira hacia un costado y distingue a unos metros sobre su cabeza, escalones de piedra y un hombre sentado en una silla majestuosa. Joyas brillan en sus manos, cuello y brazos. Los destellos también se hacen notar en las piedras preciosas incrustadas en el abrigo de dicho rey.
Es él, piensa ella, con un asombro casi reverencial.
Tiene una máscara de plata en la cara con la forma de un animal felino con sus fauces abiertas.
Maia mira hacia arriba y nota que está colgada de los brazos, desnuda, con cortes y golpes en el cuerpo. Las puntas de sus pies apenas tocan el suelo. El Señor Wari dice algunas palabras inentendibles a dos de sus guerreros quienes se acercan arrastrando el cuerpo de un hombre que se retuerce y porta una pesada máscara lisa en su rostro. Es de oro. No necesita verle el rostro para saber que se trata de...
Maianec grita cuando deja a Kaehn frente a sí, unos cinco o seis escalones más abajo. Intenta soltarse hasta que siente un azote por la espalda. Hay un sujeto tras ella con la máscara de plata de otro animal. Parece ser de una serpiente.
Maia llora cuando le quitan a Kaehn el triángulo invertido de la cabeza y lo dejan de rodillas frente a uno de los guardias. Cuatro más arrastran un caldero humeante en una estructura con ruedecillas.
La chica grita en cuando Kaeh la ve y grita su nombre. La última vez que sus ojos lunares se cruzarían con los de ella.
El Jefe hace un gesto y los demás obedecen.
Dos de los guardias obligan a abrir la boca de Kaehn hasta que un crujido llega a oídos de Kaehn. Lo han roto la quijada.
Ella mira al Señor Wari en busca de piedad o un trato pero éste se ha quitado la máscara y tiene un enorme triángulo invertido pintado de negro en todo su rostro. Los demás guardianes hacen lo propio mientas al otro lado, miles de hombres son degollados por una horca masiva.
Todos ellos descubren sus rostros pintados.
Cientos y cientos de triángulos decoran el infierno de Maianec.
Uno de los guardias acerca el caldero hirviendo a Kaehn quien es obligado a ponerse de rodillas frente a semejante elemento.
Entonces Maia cierra los ojos justo cuando empieza a caer el oro fundido a miles de grados centígrados por el interior de Kaehn.
El olor a carne chamuscada invade su interior.
Los minutos que pasan son interminables...
...hasta que cortan la soga.
Mira a todas partes y comprende.
Es su turno de morir.
Cuentan las voces del Cielo,
Que un imperio peor avecina,
El enemigo verdadero no es este.
El enemigo verdadero se aproxima...
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Líbrame del mal (+21) | COMPLETA
General FictionCuando el Padre me acarició la nuca e hizo descender mi cabeza, quedé asombrada por la sabrosa sensación. Venía acumulando ganas desde hacía tanto tiempo que la culpa y el morbo hicieron añicos mi sentido común. En lugar de confesarle mis malos acto...