Capítulo 21

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Semanas más tarde Jungkook y Taehyung descubrieron la mayor ventaja de haberse casado; el placer que podían encontrar en el cuerpo ajeno.

No había madrugada o noche en que los príncipes no se entregaran y unieran sus cuerpos. El príncipe Jeon adquirió habilidad para soportar las intromisiones y el alfa aumentó su resistencia física, porque él no estaba acostumbrado a esa vida, claro que no.

Era una verdad absoluta que aquel viaje los había unido demasiado. Casi no discutían y, cuando lo hacían, inmediatamente se reconciliaban por las noches con caricias atrevidas. Por eso, todos en el palacio les observaban con sorpresa cuando salían de su habitación, envueltos en las feromonas del otro.

Porque quizás los herederos no se podían contener una vez llegada la noche.

Por aquella misma causa se encontraba el pequeño pelinegro con las mejillas coloradas en el salón principal y la reina viéndolo con recelo. "Debería darte vergüenza" le reprendió con la mirada fría "Todos en el palacio los escuchan. Más bien te escuchan a ti, porque no creo que el príncipe sea tan vulgar como tu" la reina madre se tomó las manos con pulcritud; sin embargo, no podía ocultar su enojo.

El omega agachó la cabeza en señal de disculpa. "Discúlpeme, su majestad; pero es algo normal entre parejas" se defendió "Sobre todo si estamos casados" rectificó y la mujer mayor lo miró molesta ante la contestación.

"Quiero decir" volvió a retomar la palabra ante el amargo silencio "Ustedes hicieron que nos casáramos y el rey exigió un heredero, ahora viene usted y dice que le parece...¿vulgar?" preguntó alzando una ceja "No comprendo" quizás estaba siendo un poquito arrogante.

La reina se levantó exasperada ante el atrevimiento del príncipe "No quiero saber tus sucios detalles, solo ten al heredero y ahórrate el espectáculo auditivo" le recriminó antes de salir del lugar.

El príncipe la observó alejarse mientras maldecía en voz baja. Se rio con gracia y caminó hasta el espejo, para observarse a sí mismo y ver sí había cambiado algo.

Al verse en aquel espejo se dio cuenta de que, claramente, había cambiado mucho en él. No solo algo físico, sino más bien su forma de ser, su interior. Se sentía más libre consigo mismo en aquellos días.

Se levantó la camisa y se observó el estómago, se tocó el vientre blanquecino con su mano "¿Habrá un cachorro aquí?" se preguntó a sí mismo. No lo sabía, pero lo más probable era que sí, después de recibir al príncipe en su cuerpo por las noches, tantas veces, era evidente pensar que ahí había un cachorro.

Y la puerta abriéndose lo hizo sobresaltarse, mostrando al castaño alto avanzando hacía él con una sonrisa en su rostro.

Mostrándose imponente con aquel traje marrón ajustándose perfectamente a su cuerpo. El príncipe Jeon se sintió estremecer ante la mirada de su atractivo esposo.

"¿Por qué estás desnudándote a medio salón?" le preguntó el más alto, burlón, posándose tras él.

Sonrió avergonzado ante la cercanía "Es solo que no me siento diferente desde que comenzamos a hacerlo" dijo con timidez clara en su voz y en su rostro.

Taehyung enrojeció un poco también "¿De qué hablas? lo hemos hecho muchas veces ya" sonrió ante los recuerdos que llegaron a su mente.

El omega negó con la cabeza y se volvió a tocar el vientre.

"No parece que haya un bebé aquí" se acomodó la ropa y se giró en sus talones hasta casi chocar su rostro con el pecho del príncipe.

Taehyung le acarició el cabello alborotándoselo y bajó una de sus manos hasta la cintura del menor, mientras que con la otra le levantó el mentón para unir sus miradas. Los ojos del alfa brillando de anhelo cuando el menor le sonrió inocente "Si quieres podemos hacer un cachorro ahora" le sugirió levantando las cejas.

Un esposo para el príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora