Capítulo 31

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Quienquiera que pasase por el pasillo donde las habitaciones de los príncipes se encontraban, no tardarían en sentirse apesadumbrados ante el ambiente de frialdad y tristeza.

Una semana más tarde el príncipe Taehyung se atrevió a cruzar el umbral de la habitación que había compartido con Jungkook. En el momento en que cruzó la puerta sintió su pecho apretarse ante lo que sus ojos observaban.

El pequeño pelinegro dormido en medio de un montón de prendas y almohadas, algunas del castaño y otras suyas, parecía ser un nido. No lo sabía, Taehyung nunca había visto uno en persona.

Su lobo se alborotó en su interior, algo ardió en sus entrañas pues deseaba tanto acercarse y acurrucarse en el nido con él. Sus pies hicieron amago de moverse, pero un ruido cercano a la habitación lo alarmó y sus ojos se iluminaron en ónix, sin poder evitar gruñir por lo bajo.

Salió de los pocos pasos que había avanzado y después de muchos días sin ver aquel rostro tan conocido se lo encontró asomando la cabeza dentro de la habitación donde dormía el que era su esposo.

Su lobo se agitó con mayor ímpetu que antes, ver a otro alfa rondando cerca del nido que su omega había hecho para él y para su cachorro lo encendió de un salvaje y primitivo sentimiento "¿Qué haces aquí?" cuestionó sin amabilidad en su voz, solo enfrentando al otro alfa y mostrándole su linaje "¿Qué hacías husmeando en nuestra habitación?" esta vez apretó la mandíbula, pero mantuvo la voz por lo bajo para no armar un escándalo.

Kim Seokjin se tensó levemente ante la sorpresa de ver a su primo salir con prontitud de la habitación. Carraspeó y se ajustó el saco de su traje color azul marino que era adornado con una corbata color negra y en el costado de su saco la insignia de la familia Kim se mostraba orgullosamente "Solo pasaba a saludar" respondió con las orejas levemente coloreadas en rosa.

Taehyung cerró la puerta tras él para evitar que el mayor viera a su omega de aquella forma, porque solo él quería ser el único que lo viera así. "Pensé haberte dejado en claro que no te quería ver" su voz sonaba grave, casi en notable amenaza.

"Esa fue una petición tuya esa noche, no dejaste al príncipe hablar" contradijo. Aún se podía observar su labio herido y su ojo derecho con colores violáceos casi imperceptibles, por los golpes que recibió noches atrás.

"Mi voz en este reino es la ley, no necesitas corroborarlo con nadie" Taehyung se acercó lentamente a él hasta hacerlo retroceder "Esta es una última advertencia, primo, no te quiero en este lado del palacio" le gruñó mostrándole los dientes.

Ya no soportaba aquella situación y el sentir su presencia en lejanía ya no le era suficiente.

"Entonces dónde sugieres que duerma" le contestó con las cejas marcando lo fruncido de su ceño.

"No es algo que me importe, por favor, retírate" se cruzó de brazos para imponer presencia, casi como el defensor de aquel territorio donde dormía su omega.

"Me iré, pero antes quiero hablar con el príncipe" insistió.

"No"

"No eres su padre para decidir por él, hazte a un lado, sé que ha estado en cama por días" dijo y el rostro de Taehyung se vio afectado "Sé que no están durmiendo juntos, cada vez que pasó por este pasillo se respira la tristeza del príncipe, no sabía que estaba enfermo. Necesito verlo" explicó.

El príncipe Taehyung se relajó un poco al darse cuenta de que el mayor desconocía el motivo de la supuesta enfermedad del omega. Que no era algo más que su lobo confundido por un embarazo delicado.

"No puedes entrar" sentenció.

"¿Por qué no?" Taehyung realmente se estaba cansando de tener aquella discusión, porque no estaba dispuesto a ceder. Jamás lo haría.

Un esposo para el príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora