Capítulo 41

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Años antes los dos hermanos Kim siempre habían sido, de cierta forma, el concepto de la mera contrariedad entre ellos. Puesto que mientras el hijo mayor era bondadoso, apacible, afable y sumamente cariñoso, su hermano menor; gemelo suyo, era frío, serio y distante.

A pesar de que ambos fueran la copia idéntica el uno del otro, el reino sabía que, claramente, no se trataba de la misma persona. Agradecidos pues de tener un futuro rey tan devoto y bondadoso, habían hecho que los celos y la envidia afloraran erróneamente en el corazón de su hermano menor.

La cosa no cambió en ningún momento, ya que cuando los hermanos Kim llegaron a su edad casadera, el rey llevó consigo una hermosa princesa de la familia Min para que se casara con su heredero, quien prontamente asumiría como rey.

El gemelo menor por primera vez no había sentido envidia de su hermano, porque él estaba sumamente enamorado de una de las concubinas del harén: Miseok.

Se trataba de una dulce doncella, de ojos hermosos y cabello castaño; que había llegado al palacio desde muy pequeña y, aunque era consciente de ser la preferida de los príncipes, de entre todos los demás omegas del harén, en su corazón, ella tenía favoritismo hacia uno de los dos príncipes.

No obstante, la felicidad del príncipe desdichado, que jamás tendría esperanzas de ser rey, terminó por acabar cuando su hermano se opuso a su matrimonio arreglado con la princesa que el rey había llevado para él con tanto esfuerzo.

"No me casaré con la princesa Min" le había dicho al rey después de unos días planeando la boda, incluso cuando la princesa ya había sido presentada a su futuro esposo. "En su lugar tomaré como esposa a Miseok, la concubina" espetó.

El rey obviamente se molestó ante la desobediencia de su hijo, sin embargo, su omega le recordó lo buen hijo que era su heredero como para negarle un deseo, es decir, su hijo nunca le había negado una orden y quizás concederle un capricho no tendría repercusiones negativas, pensó.

Y ante la situación del príncipe heredero su hermano salió a hablar por vez primera. "Majestad..." espetó el gemelo menor "Yo..." quería decir que él estaba enamorado de la concubina, que él deseaba casarse con ella, si él nunca podría tener la corona, al menos quisiera tener a la omega que amaba para sí, su hermano ya lo tenía todo, ¿no podían simplemente dejarle algo?

Pero nada salió de su boca, pues su padre había tomado como decisión final, el deseo de su hermano; el futuro rey. "Sin embargo, no podemos devolver a esta princesa Min" el rey se mantuvo pensando "Cuando pase la boda de tu hermano y Miseok, entonces tu te casaras con ella" le dijo.

Y sin oponer resistencia ambas bodas se llevaron a cabo con una ligera diferencia de tiempos. Lo que nadie jamás supo fue que la concubina Miseok nunca dejó de encontrarse secretamente en el lecho ilícito de su cama, con el propio hermano gemelo de su esposo.

Un secreto que se mantuvo por mucho tiempo, porque Miseok también amaba al príncipe frío e introvertido.

Tiempo después Miseok, junto al príncipe heredero, se convertirían en reyes y en esa estancia nacería el príncipe Seokjin; de quien ni siquiera ella sabría cual de los dos príncipes Kim era el padre de su cachorro.

Y aunque su amante, también había procreado con su esposa, que ya sospechaba de su amorío. Eso no los detuvo de continuar su romance secreto.

Quizás por eso también el príncipe menor repudiaba tanto a su propio hijo Taehyung, porque no era sangre de la mujer que él amaba, de la misma forma repudiaba aún más a su sobrino Seokjin porque en su mente, era la sangre de su hermano en lugar de la suya.

Un esposo para el príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora