DEVIL | 태꾹

✧ THIRTEEN.

— ¿J-Jungkook? — Taehyung tartamudeó en voz baja y golpeó levemente la puerta, esperando, sin éxito, que el menor estuviera detrás de la puerta jugandole una broma.

Todo estaba tan oscuro y si no fuera porque tenía la linterna de su celular encendida, no podría ver nada. El lugar también parecía algo escalofriante, con telarañas y polvo por todo el lugar, algunas cosas regadas y muebles en mal estado, ¿Hace cuánto que no limpiaban este lugar?

Taehyung suspiró y trató de buscar otra salida, pero al parecer aquella maldita puerta era la única opción. Había tratado de golpearla miles de veces pero esta no parecía ceder.

— Esto es mi culpa. — rió sin gracia, sentándose en el piso y resignandose. — Si me hubiera quedado con Jungkook no estaría encerrado acá.

¿Y a penas te das cuenta?

En ese mismo instante odiaba a la voz sarcástica que tenía en su mente, ¿Por qué carajos se burlaba de él pero no le buscaba una solución? Ugh.

Lo bueno era que aún tenía señal en su celular.

— Espera.

Taehyung se levantó como si fuese un resorte y parecía que una idea se hubiera encendido en su cabeza.

¡Tenía señal en su teléfono!

¿Cómo pudo ser tan idiota y no pensarlo antes?

Sacó rápidamente su celular de nuevo y lo encendió, sin embargo, sus ilusiones se vinieron de nuevo abajo en cuanto notó una cosa.

No había señal.

¡Lo había olvidado!

La llamada con Yanghee había sido horrible y ni siquiera pudo escuchar lo que le iba a decir, estando en el sótano ni siquiera tenía señal.

¿Ahora qué debía hacer?

Había pasado al menos quince minutos ahí sentado, su celular comenzó a quedarse sin batería y unos segundos después se apagó.

Cerró sus ojos, tratando de despejar completamente su mente, cosa que al final no funcionó pues debido a su miedo en ese momento, recordó algo que había tratado de olvidar.

— ¿Tía? ¿P-por qué? ¿Qué hice mal? ¡Pue-puedo arreglarlo!

— Cállate Taehyung, tal vez esto te haga reflexionar.

Taehyung trató de tomar la mano de Hyejin, quien simplemente lo empujó hacia la habitación.

Oscura, fría y pequeña.

Golpeó la puerta, gritando y llorando, esperando que Hyejin se apiadara de él y lo sacara de allí.

— No vuelvas a preguntar por Jungkook o a tratar de contactarlo. Jamás.

Sus manos temblaron y sin darse cuenta, comenzó a llorar como un niño pequeño, tenía demasiado miedo, ahora volvía a recordar aquél terror que sentía cuando hacía algo malo y lo encerraban en una habitación oscura.

Pensó que había logrado olvidar aquello, pero al parecer se había equivocado.

— ¿Taehyung?

Sus ojos se abrieron al escuchar la voz alarmada detrás de la puerta, estaba buscándolo.

Se levantó rápidamente y comenzó a golpear la puerta.

— ¡Jungkook! ¡Sácame! ¡Sácame de aquí! ¡P-por favor! — gritó entre sollozos.