Capítulo 7

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Desde que Wei Wuxian vio al segundo heredero Wen supo que nunca se iban a llevar bien.

Parecía como si quisiera imitar su desvergonzada manera de expresarse pero él lo llevaba al extremo. Wei Wuxian era juguetón con las chicas pero jamás quiso sobrepasarse con ellas, no solo por qué si lo hacía Madam Yu le cortaría las pelotas, sino más bien porque las respeta y las quiere como sus iguales; pero ese cerdo era un pervertido que las tocaba y se les insinuaba de maneras asquerosas sin importarle que les incomodara.

No es como si no lo conociera antes, en alguna ocasión cuando era más pequeño lo conoció a él y a sus otros dos hermanos. No tenía ni la más mínima intención de asociarse con ellos, sabía por los rumores que los Wen son malas personas y que los hijos del líder eran un asco de niños; pero desde que Wen Xu y Wen Ning les dirigieron la palabra a Jiang Cheng y a él se volvieron mejores amigos y, aunque casi a escondidas de sus padres, se veían constantemente para jugar.

Wen Chao a pesar de ser mayor que Wen Ning su cultivo era por mucho muy inferior al del castaño, también era muy berrinchudo aun cuando ya tenían 16 jamás dejó de ser insoportable e infantil. Wen Ruohan no quería desaprovechar la oportunidad de que corrigieran a la cucaracha que tenía de hijo, así que cuando Gusu anunció que Lan Qiren daría clases mandó a sus tres herederos sin dudarlo, aunque solo quería que corrigieran a Wen Chao, pensó que Wen Ning dejaría de ser un inútil introvertido con unas buenas clases de ese vejete, en cuanto a Wen Xu...a él le dio una tarea especial.

Cuando entraron a las clases en Gusu, Wen Chao se la pasaba de chismoso en la sección de chicas, se burlaba de lo introvertido y 'débil' que era su hermano pequeño cuando se apenaba en la clase de tiro con arco, le gritaba a los demás aun cuando estaba prohibido y abusando de su apellido evitaba los castigos. Esta demás decir que todos los presentes en Gusu (incluyendo al mismo Qiren) lo querían tres metros bajo tierra; Wei Wuxian, Nie Huaisang, Wen Xu e incluso el mismo Wen Ning (que prefería la paz) comenzaron a hacerlo pasar vergüenza para que le bajara a su complejo de superioridad y evitar que siguiera haciendo perder cara a la secta.

Funcionó a corto plazo, sin embargo, también lograron que un rencor creciera dentro suyo. Cuando regresaron a sus respectivas sectas le hizo la vida imposible a la medio-hermana de Wen Ning como venganza por lo que le hizo, no podía hacer mucho con su hermano mayor pero le lamía las botas a su papá para que lo considerara como una mejor opción de líder que su hermano; con los Nie tampoco pudo hacer mucho, le tenía pavor a esos tipos que parecían osos así que manchó la reputación del segundo heredero diciendo que era un inútil pervertido que pintaba chicas desnudas en sus abanicos, forzándolas a entrar a sus aposentos de noche para pintarlas. En cuanto a Yunmeng...mando a sus siervos a que lo quemaran dejando bien en claro que quería al segundo heredero Jiang y al discípulo principal muertos.

Unos días después del asedio a Yunmeng descubrió que los herederos Jiang y el discípulo principal habían desaparecido, sus informantes le dijeron que tomaron caminos diferentes; no sabían nada de los herederos pero habían localizado al Wei cerca de Yiling.

Inmediatamente fue hasta ahí con varios de sus hombres emboscando al oji-gris, dejándolo malherido y quitándole su núcleo dorado con su perro más fiel, Wen Zhuliu. Sin perder más tiempo y sintiéndose completamente realizado, lanzó a su dolor de cabeza más grande a los túmulos funerarios anhelando desesperadamente que tuviera una muerte lenta y dolorosa.

Lo que no esperaba era que su padre le pusiera la paliza de su vida.

Al regresar a Qishan su padre lo recibió con una fuerte cachetada con los nudillos que lo mandó al suelo como una hoja de papel regañándolo por sus acciones. Le recriminó el que el líder de la secta Nie le mandó una carta pidiéndole un castigo para el segundo heredero por la difamación a la reputación de su hermano, porque si, Nie Huaisang no tardó mucho en descubrir quién esparció tan estúpidos rumores y le mostró la evidencia sólida a su hermano. Wen Ruohan era consciente del poder militar de los Nie y que aunque su ejército fuera más grande los Nie eran tan tercos como los jabalíes y jamás se darían por vencidos por lo que la guerra duraría varios años y en sus planes no estaba desperdiciar su tiempo y recursos en una guerra sin objetivo.

El demonio cuervoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora